Arturo Miguel Rosés nació el 28 de octubre de 1951 en la localidad de Santo Tomé, provincia de Corrientes. Era el segundo de cuatro hijos del matrimonio conformado por Arnaldo Rosés y Juana Leonor Oharriz. Cursó estudios secundarios en el Colegio Don Bosco de Bahía Blanca y se recibió de perito mercantil en 1969. Al año siguiente inició estudios superiores en la Universidad Nacional del Sur (UNS) donde cursó la licenciatura en Ingeniería Química. En enero de 1972 ingresó a trabajar como personal administrativo en la misma universidad. Su lugar de trabajo era la secretaría del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca (INIBIBB, CONICET-UNS).[1]
El INIBIBB fue fundado el 18 de junio de 1970 en la UNS, al mismo tiempo en que se creaba el Departamento de Biología. El primer director y organizador de ambos fue el Dr. Nicolás G. Bazán, quien se desempeñaba como profesor en la carrera por entonces denominada licenciatura en Bioquímica de esa casa de altos estudios. En la web del oficial de nuestro Consejo se señala: “Sus insistentes gestiones [del Dr. Bazán] lograron que desde el 30 de abril de 1973 el INIBIBB pasase a formar parte del sistema de Institutos del CONICET, además de la UNS, estando por lo tanto entre los -por entonces escasos- institutos de doble dependencia entre el CONICET y las universidades nacionales”.[2]
Rosés se desempeñó como administrativo en este instituto hasta el 7 de abril de 1975, cuando fue cesanteado por el Rector Interventor Dionisio Remus Tetu (Resolución N°173/75) junto a 53 no docentes (entre ellos se encontraban también otros dos trabajadores que figuran en las listas de desaparecidos de esa Universidad: Daniel Bombara y Néstor del Río). La mencionada resolución rezaba:
[Considerando] -La celeridad con la que la intervención debe cumplir su cometido para subsanar el estado general imperante en la casa y que motivó la intervención de la misma;
-Que para ello se hace imperioso prescindir de ciertos pasos procesuales como el establecido por el Artículo N°40 del Decreto Ley N°6666/57 que se tornan redundantes ante la pública notoriedad del referido estado de subversión, invocada hasta como considerando en un decreto del Poder Ejecutivo Nacional (Nro.388/75 de intervención de la Universidad Nacional del Sur), lo que constituye la suprema prueba de la notoriedad aducida.
– Que cabe indicar que un examen más detenido de la situación podría, “prima facie”, podría conducir hasta la exoneración de no pocos de los agentes involucrados en la parte resolutiva;
– Que la salvaguardia de la seguridad nacional debe prevalecer sobre toda otra consideración, de cualquier tipo que sea, sin perjuicio de los posteriores ajustes de derecho que eventualmente podrían imponerse.[3]
Por presión de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional del Sur (ATUNS) -en ese momento un recién conformado gremio de trabajadores/as no docentes-, Rosés fue reincorporado en sus funciones junto a otros/as compañeros/as el 22 de abril de 1975.[4] Continuó trabajando en la UNS hasta el 1 de mayo de 1976, fecha en la que presentó su renuncia y se habría trasladado a la ciudad de La Plata.[5]
Según consta en el legajo 397 de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), Arturo había sido detenido en Bahía Blanca en noviembre de 1974 junto a dos personas mientras realizaban una pintada callejera que decía: “Cuando muere un gorila, Isabel llora”. Por este hecho se le abrió un proceso judicial. Presumiblemente fue secuestrado en Capital Federal (no se sabe con exactitud en qué lugar) a comienzos de abril de 1977. Militaba en la Juventud Universitaria Peronista, Juventud Trabajadora Peronista y en Montoneros. Hasta el momento, su caso no fue juzgado en sede judicial.[6]
El 3 de abril de 2023, en el marco del Día de los Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Sur (UNS) se realizó el primer acto de entrega de fichas y legajos reparados correspondientes a integrantes de la comunidad universitaria que sufrieron persecución política en el marco de la represión desatada por la última Dictadura militar.[7] Entre otros, familiares de Arturo Miguel Rosés recibieron una copia de su legajo reparado. Es necesario destacar que el equipo de investigación de esta universidad, liderado por la Dra. Silvina Jensen, la Dra. María Lorena Montero y la Lic. Ana Inés Seitz, fue quien notificó a la Comisión de la Memoria del CONICET sobre la existencia de este caso. La Dra. Jensen señaló la necesidad de incluirlo como víctima de nuestro Consejo, debido a que Rosés había sido administrativo en la secretaría de un instituto de doble dependencia con la UNS y aportó toda la documentación en base a la que reconstruimos su paso por nuestro organismo.
Ficha de cargos de Arturo Miguel Rosés. Fuente: Legajo N°3309 de la Universidad Nacional del Sur.
Resolución N°173/75 firmada por el Rector interventor Dionisio Remus Tetu que dispone la cesantía de Arturo Miguel Rosés. Fuente: Legajo N°3309, Universidad Nacional del Sur.
[1] La siguiente biografía se reconstruyó a partir de información extraída del Legajo Personal N°3309 de la Universidad Nacional del Sur.
[2] Véase: https://inibibb.CONICET.gov.ar/index.php/institucional/historia
[3] Universidad Nacional del Sur, Resolución N°173/75 del rector interventor Remus Tetu, 7 de abril de 1975.
[4] Universidad Nacional del Sur, Resolución N°173/75 del 7 de abril de 1975.
[5] En La Plata, Rosés se contactó con sus compañeros María Luisa Buffo, Alejandro Mónaco y José Garza. Los tres estudiantes de Ingeniería Electricista en la UNS y militantes del peronismo revolucionario: María Luisa Buffo, Juan Antonio Garza y Alejandro Tomás Mónaco. Los tres fueron secuestrados a fines de abril de 1977. Véase: Jensen, Silvina, Primera entrega de legajos reparados a docentes, no docentes y estudiantes de la UNS, víctimas del terrorismo de estado. Mimeo.
[6] Legajo CONADEP 397, ANM.
[7] Ver: https://www.CONICET.gov.ar/reparacion-historica-a-integrantes-de-la-comunidad-cientifico-academica-de-bahia-blanca-victimas-del-terrorismo-de-estado/