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Ciencia Abierta en Argentina: se presentó el diagnóstico y los lineamientos para una política nacional

La investigadora del CONICET y coordinadora del Comité Asesor en Ciencia Abierta y Ciudadana, Fernanda Beigel, fue parte de la presentación.


En la Biblioteca del Centro Cultural de la Ciencia (C3), tuvo lugar la presentación por parte del Comité Asesor en Ciencia Abierta y Ciudadana del documento “Diagnóstico y lineamientos para una política nacional de Ciencia Abierta en Argentina”. En el evento participaron el secretario de Articulación Científico Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Juan Pablo Paz; la Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) por la Universidad Nacional de Cuyo y coordinadora del Comité Asesor en Ciencia Abierta y Ciudadana, Fernanda Beigel y por parte del Sistema Nacional de Repositorio Digitales (SNRD) – Biblioteca Electrónica de Ciencia y Tecnología, Paola Azrilevich.

El Comité Asesor en Ciencia Abierta y Ciudadana fue creado en marzo de 2021 y funciona bajo la órbita de la Secretaría de Articulación Científico Tecnológica. Está conformado por especialistas de múltiples disciplinas, quienes han realizado sus aportes desde sus conocimientos expertos en distintos capítulos del documento, junto con especialistas externos.

Durante la presentación, la investigadora del CONICET, Fernanda Beigel sostuvo que el documento “tiene mucho que ver con un avance a nivel internacional del proyecto de ciencia abierta que se dio con la recomendación de UNESCO en noviembre de 2021. Argentina tiene que ha sido pionera en el ámbito de la ciencia abierta con su ley del año 2013, pero ahora necesitamos ver cómo avanzar y profundizar ese camino”.

Respecto a los desafíos, Beigel expresó: “Este documento que ha generado un diagnóstico de los avances y de aquello que necesitamos construir para avanzar en el camino de la Ciencia Abierta, que es un cambio cultural que pasa no solo por las instituciones, los instrumentos de promoción, las regulaciones sino también por el cambio de mentalidad. Teníamos una ciencia muy academicista acostumbrada a funcionar en lo que se llama una torre de marfil en discusiones entre científicos súper especializados. La Ciencia Abierta está proponiendo una coproducción de conocimiento y una reorientación de la ciencia hacia las necesidades de la comunidad, es decir pasar del impacto de las revistas al impacto social de la ciencia”.

En la apertura, Paz felicitó y agradeció a la comisión que elaboró el informe y afirmó: “En 2021 nos pusimos a discutir el futuro y a pensar qué políticas queríamos tener sobre Ciencia Abierta, biblioteca electrónica y otros temas relacionados. Valorizar esta realidad me parece fundamental”. En cuanto al documento, manifestó que “es un insumo para la toma de decisiones estratégicas, una oportunidad para sentar las bases de una política de Estado, pensando en el futuro del sistema científico-tecnológico de nuestro país. Apuntamos a que éste sea el puntapié inicial para la formulación y el diseño de una política nacional en esta materia”.

Por último fue el turno de Paola Azrilevich, quien presentó una serie de indicadores que se dan a conocer dentro del documento, fruto de una serie de reuniones plenarias virtuales y presenciales llevadas adelante durante 2021 y 2022. En líneas generales, el informe busca “hacer un diagnóstico de la implementación de la Ley 26.899 de Repositorios en Acceso Abierto, a la luz del nuevo contexto planteado por la Recomendación de Ciencia Abierta de UNESCO, para potenciar la apertura de la ciencia argentina en el marco del Plan Nacional CTI 2030 y la Ley 27.614 de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación”.

“Este busca ser un diagnóstico de la situación actual de la Ciencia Abierta y Ciudadana del país, al mismo tiempo que se busca proponer una serie de propuestas y líneas de acción y políticas de incentivo para la Ciencia Abierta”, aseguró Azrilevich.

¿Qué es la Ciencia Abierta?
Comprende todas las disciplinas científicas y todos los aspectos de las prácticas académicas, incluidas las ciencias básicas y aplicadas, las ciencias naturales y sociales y las humanidades. Se basa en los siguientes pilares clave: conocimiento científico abierto, infraestructuras de la ciencia abierta, comunicación científica, participación de los agentes sociales y diálogo con otros sistemas de conocimiento. Proporciona bases para que se incrementen las colaboraciones científicas y la interacción de la comunidad científica con la sociedad, y así potenciar la generación de conocimientos para una sociedad más justa. Los valores fundamentales de la Ciencia Abierta son: calidad e integridad; beneficio colectivo; equidad y justicia; diversidad e inclusión.

La Recomendación de Ciencia Abierta aprobada en la 41º Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2021 reconoce la urgencia de abordar los desafíos ambientales, sociales y económicos complejos e interdependientes a los que se enfrentan la población y el planeta, entre ellos la pobreza, los problemas sanitarios, el acceso a la educación, el aumento de las desigualdades y las diferencias de oportunidades, la profundización de las brechas en relación con la ciencia, la tecnología y la innovación, el agotamiento de los recursos naturales, la pérdida de diversidad biológica, la degradación de las tierras, el cambio climático, los desastres, el recrudecimiento de los conflictos y las crisis humanitarias conexas, entre otros desafíos prioritarios.