Argentina y Alemania avanzan hacia la cooperación científica

La Fact Finding Mission en Bioeconomía Alemania 2013, que se llevó a cabo del 26 de mayo al 1 de junio, convocó a empresarios argentinos, integrantes del CONICET y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). La misión fue organizada por la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana, conjuntamente con el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.

El amplio programa en el cual se enmarcó el encuentro tuvo como objetivo fortalecer los lazos científicos y tecnológicos entre ambos países, evaluar oportunidades de transferencia tecnológica, optimizar la cooperación argentino-alemana para realizar nuevos contactos y concretar proyectos bilaterales en el rubro de la Bioeconomía.

Según Alejandro Mentaberry, coordinador ejecutivo del Gabinete Científico Tecnológico (GAGTEC) del Ministerio de Ciencia e investigador del CONICET, “tenemos una larga tradición de cooperación con Alemania, y en el campo en particular de la Bioeconomía nos interesaba tener un contacto directo con las instituciones que trabajan en ello para elaborar proyectos conjuntos”.

Las reuniones de trabajo se llevaron a cabo en distintos lugares de Alemania. La delegación visitó la Universidad Tecnológica de Munich, el Instituto Fraunhofer de Innovación Biotecnológica, BRAIN Biotech Company, el Instituto Jülich, Clusters BioTop y Norgenta y el Max Planck Institute of Plants, entre otros.

Los intercambios realizados dejaron en evidencia la notoria vinculación ya establecida entre ambos países, por lo que se fijaron los compromisos para implementar un plan de acción para materializar los resultados a corto y largo plazo.

Mentaberry también explicó que “Para nosotros la importancia de este encuentro reside en que en nuestro país el terreno agroindustrial es una de las áreas económicas que tiene mayor significación”.

Entre los temas principales que se abordaron se encuentran la secuenciación genómica animal y vegetal, la biotecnología aplicada a la salud humana, el aprovechamiento de biomasa para la generación de energía y otros subproductos químicos. Además, se propuso la confección de una lista de desarrollos e investigaciones de mutuo interés para evaluar en que áreas se puede transferir tecnología.

“En particular nos interesa mucho todo lo que tiene que ver con procesamiento de biomasa para producción de bioenergía, e intermediarios químicos y de materiales nuevos. En este sentido estuvimos en contacto con dos o tres instituciones que tienen un rol muy de vanguardia en este asunto”, agregó Mentaberry, quién también hizo mención de la importancia que tiene en este contexto el cuidado del suelo.

“No es plausible pensar un esquema de desarrollo bioeconómico sin tener en cuenta la conservación del suelo. Para ello queremos trabajar de Ministerio a Ministerio con áreas de alto impacto”, concluyó.