CIENCIA CON VOZ PROPIA
Anteojos 4D y caleidoscopios: instrumentos para abordar el Chagas desde una nueva perspectiva
Creemos necesario hablar de Chagas. Pensar en Chagas. Entenderlo con un enfoque distinto. Es por eso que, a partir de la investigación y la acción, apostamos a fomentar una mirada crítica entre todos los actores involucrados.
Por Mariana Sanmartino*
Si nos guiamos por el discurso tradicional desde el que normalmente se caracteriza al Chagas, podríamos resumir (¡muy resumidamente!) la cuestión de la siguiente manera:
El Chagas es una enfermedad, causada por un parásito (el Trypanosoma cruzi), transmitida principalmente por un insecto (la vinchuca), restringida social y geográficamente (o dicho de otro modo, que afecta especialmente a las personas con menos recursos económicos de las zonas rurales de América Latina).
En parte es así, pero lo importante es comenzar a pensar que no es SÓLO ASÍ…
El Chagas no es solamente una enfermedad. Es un problema verdaderamente complejo, definido y caracterizado por la conjugación de elementos vinculados a 4 grandes dimensiones (de ahí las “4D”): biomédica, epidemiológica, sociocultural y político-económica.
Por otra parte, debido a las nuevas configuraciones del globalizado mundo en el que vivimos, hace tiempo ya que el Chagas dejó de ser un problema únicamente rural y una realidad exclusivamente latinoamericana. Si miráramos las cifras actuales, nos alarmaría la magnitud de las estimaciones referidas a la cantidad de personas que tienen Chagas en EEUU, Europa y algunos países de Asia.
Partiendo de estas consideraciones, desde las actividades -de investigación, extensión y docencia- que desarrollamos, buscamos propiciar instancias y espacios para abordar este tema donde los distintos actores involucrados participen de manera activa en las diferentes propuestas y donde no sea la voz médica o “científica” la única autorizada a hablar del tema.
En este llamado a ampliar/cambiar la mirada que se tiene del problema, consideramos necesario repensar también el vínculo educación-Chagas. Tradicionalmente se ha hablado de la educación como uno de los pilares de “la lucha” contra el Chagas (además del combate a los insectos vectores, el mejoramiento de las viviendas y la detección/atención de las personas infectadas). Sin embargo, las consideraciones referidas al rol de la educación suelen quedar con frecuencia restringidas al plano discursivo o partir de concepciones limitadas al ámbito de las escuelas rurales. Bajo ningún concepto consideramos que deba descuidarse ese ámbito (¡todo lo contrario!). Lo que sí consideramos es que es fundamental dirigir recursos (intelectuales y de los otros) al desarrollo y sistematización de experiencias en todos los niveles educativos (tanto escolar como de formación técnica y profesional) y en todos los contextos posibles (rural/urbano, formal/no formal, donde hay vinchucas/donde no las hay, etc.).
Apuntamos a la construcción de miradas caleidoscópicas sobre el tema, favoreciendo la observación de lo mismo, pero desde distintos puntos de vista, de forma que la superposición de diferentes imágenes parciales nos permita construir una imagen más compleja y rica que la que teníamos[1].
Vemos entonces cómo el desafío de conjugar diferentes subuniversos para abordar un problema como el Chagas permite también incentivar la creatividad de las personas implicadas (¡incluyéndonos!), estimulándolas a desarrollar una postura crítica. En nuestro recorrido, arte, ciencia y otros subuniversos se ponen en juego y se integran dinámicamente en propuestas que desarrollamos para plantear la problemática del Chagas más allá de los abordajes tradicionales.
[1] Tomamos esta metáfora del libro de Alderoqui, S. & Pedersoli, C. (2011). La educación en los museos. De los objetos a los visitantes. Buenos Aires, Editorial Paidós.
* Mariana Sanmartino es investigadora adjunta en el Grupo de Didáctica de las Ciencias del Instituto de Física de Líquidos y Sistemas Biológicos (IFLYSIB, CONICET-UNLP). Es bióloga y doctora en Ciencias de la Educación. Además de su línea de investigación, coordina -junto con un grupo de personas de la UNLP- el proyecto de extensión “¿De qué hablamos cuando hablamos de Chagas?”.