VINCULACIÓN TECNOLÓGICA
Acuerdo de licencia entre el CONICET y GSK para un anticuerpo monoclonal anti-MICA
Este convenio, fruto de la cooperación público-privada en ciencia, apunta a desarrollar una inmunoterapia para el cáncer que obtuvo resultados alentadores en la fase preclínica.
El CONICET y GSK anunciaron un acuerdo de licencia para un anticuerpo monoclonal anti-MICA en etapa preclínica como un potencial tratamiento para el cáncer. En modelos preclínicos, esa tecnología retrasó el crecimiento de tumores actuando directamente sobre las proteínas MICA que se expresan en la superficie de las células tumorales. El acuerdo de licencia contempla un pago inicial al CONICET y futuros pagos acorde a la obtención de resultados en el desarrollo clínico, así como también el pago de derechos sobre futuras ventas netas de cualquier medicamento desarrollado en base a este anticuerpo o a cualquiera de sus derivados.
Este trabajo es el resultado de una colaboración a largo plazo entre el Estado argentino y la iniciativa Trust in Science de GSK y comenzó en 2013 con Norberto Zwirner y Mercedes Fuertes, especialistas del CONICET en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET) que lideraron el desarrollo del anticuerpo monoclonal anti MICA con el aporte de fondos y expertise científico de GSK.
El acuerdo representa un paso importante en la identificación de blancos promisorios para la próxima generación de terapias inmuno-oncológicas en GSK y en la investigación científica en Latinoamérica. Dado que los estudios preclínicos demostraron el buen desempeño de la estrategia terapéutica liderada por Zwirner y Fuertes con la participación de otros/as especialistas, el siguiente paso será realizar ensayos clínicos para comprobar su seguridad y eficacia.
La Presidenta del CONICET Ana Franchi señaló: “Hoy estamos festejando un logro y una esperanza, un logro porque llegamos a un acuerdo de licencia que tiene más de 20 años de investigación y avances, y 11 años de colaboración con GSK a través de Trust in Science; y una esperanza porque nos alienta pensar que este anticuerpo podría servir para que la gente viva más y mejor”.
Franchi felicitó al equipo del CONICET y sostuvo: “También estamos festejando la calidad de nuestros investigadores, investigadoras y becaries, de tener recursos humanos altamente especializados que se formaron en nuestras universidades e instituciones de ciencia y tecnología y que pueden desarrollar este tipo de proyectos. Argentina se ha destacado en las ciencias biomédicas con Premios Nobel, pero también hay otras áreas donde podemos estar a la altura de los países más desarrollados del mundo y estas oportunidades de articulación no las podemos perder, porque nuestro desarrollo científico es soberanía”.
En su intervención, Filmus felicitó a Zwirner y Fuertes por el desarrollo y agradeció a GSK por la confianza en la Argentina. El ministro destacó que “hay una serie de coincidencias virtuosas que hacen esto posible: la cooperación internacional; la articulación entre lo público y lo privado que permite escalar los hallazgos; la articulación entre la investigación básica y la medicina transnacional; la articulación interinstitucional entre el MINCyT, el CONICET, la Agencia I+D+i y las universidades; y la importancia de la ciencia como política de Estado, como se ve en este caso de una investigación que llevó más de veinte años. Y esta es una de nuestras preocupaciones de fondo: generar políticas de Estado en materia de ciencia y tecnología que promuevan perspectivas de mediano y largo plazo para mejorar la vida de nuestra gente y para que nuestras investigadoras e investigadores puedan desarrollar sus carreras y talento en nuestro país de un modo federal”.
“Hoy, con esta licencia, siento que estoy recorriendo en primera persona el trayecto que va del gen al paciente. Desde la etapa en investigación en laboratorio transitamos un largo camino y ahora nos encontramos en las etapas de medicina traslacional, acercándonos al tratamiento en pacientes humanos. Es un honor y siento una gran emoción”, indicó Zwirner, doctor en Ciencias Bioquímicas e investigador del CONICET en el IBYME. Y agregó que con el correr de los años se interesaron en la validación de nuevos blancos monoclonales en inmuno-oncología porque las quimioterapias si bien son una gran solución para pacientes dejan a muchos sin recibir un tratamiento adecuado.
“Nos propusimos estudiar si la molécula MICA podía ser un blanco terapéutico para el cáncer y tras varios años de trabajo conseguimos resultados alentadores”, señaló Zwirner.
Fuertes, ahora doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del CONICET en el IBYME, se unió al grupo de Zwirner en el año 2000 cuando era estudiante de biología para hacer un proyecto de investigación de finalización de carrera. “Norberto me propuso generar un componente monoclonal que reconociera, es decir, se pegara a la proteína MICA que estaba estudiando, así que el desarrollo del anticuerpo y su caracterización fue mi tesis de licenciatura, hace 22 años, y me acompaña desde la mitad de mi vida”, afirmó la investigadora.
De acuerdo con Fuertes, a partir de estudios preclínicos se comprobó que el anticuerpo monoclonal anti-MICA servía como un puente que hacía que el sistema inmune pudiera reconocer los tumores e inhibir su crecimiento. Y agregó: “Esto se enmarca dentro de lo que se conoce como inmunoterapia que lo que busca hacer es que el sistema inmune propio de un o una paciente pueda redirigirse y reconocer los tumores y eliminarlos. Los resultados que hemos tenido son tan auspiciosos que se pudo avanzar hacia este acuerdo de licencia que apunta a que este producto preclínico se transforme en un producto apto para la utilización en seres humanos, y que pueda entrar en los ensayos clínicos en donde se define si el producto tiene eficacia y puede ser utilizado como medicina para tratar pacientes con cáncer”.
El anuncio del acuerdo de licencia entre el CONICET y GSK se produce más de 11 años después de que la iniciativa GSK fuera lanzada en Latinoamérica. El modelo de cooperación público-privada se enfoca no solamente en proveer fondos, sino también en la colaboración científica entre pares. Estableciendo este modelo de colaboración cercana entre científicos/as, académicos/as y de la industria, con reuniones periódicas para compartir datos e ideas, Trust in Science asegura que los beneficios de la iniciativa vayan más allá de lo financiero, e incluye monitoreo, asesoramiento y dirección de proyectos y apoyo al desarrollo del talento científico local.
Kevin Madauss, Director de la iniciativa Trust in Science Initiative, GSK, dijo: “GSK está comprometida a unir ciencia, talento y tecnología para llegar antes a la enfermedad. Entendemos que el talento y la innovación son recursos globales y Trust in Science se estableció para buscar oportunidades de colaboración con ciencia de alta calidad. El presente acuerdo con el CONICET es el logro más importante de Trust in Science y la validación del esfuerzo.”
Gastón Domíngues Caetano, Gerente General de GSK Argentina, indicó: “Este año en GSK Argentina cumplimos 100 años ininterrumpidos y este hito que alcanzamos demuestra nuestro compromiso de unir ciencia, talento y tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas. Con Trust in Science buscamos promocionar la ciencia argentina en el campo de la salud y nos enorgullece acompañar a cada uno de los proyectos de investigación sobre temas de alta prioridad social (enfermedad de Chagas, tuberculosis, HIV, oncología, inmuno-oncología y vacunas). Este logro nos impulsa a seguir trabajando de manera colaborativa en la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos”.
“Estamos orgullosos de este logro de la ciencia argentina llevado a cabo mediante el Programa Trust in Science que representa la unión del esfuerzo público y privado para desarrollar investigación científica de alta calidad, que será continuado por GSK para el potencial desarrollo de un tratamiento para el cáncer. Queremos agradecer al CONICET y a todo el equipo de investigación liderado por el Dr. Norberto Zwirner y la Dra. Mercedes Fuertes que trabajaron a diario en este descubrimiento”, destacó Rosana Felice, Directora Médica de GSK Argentina.
La firma de licencia se celebró con la participación de la Presidenta del CONICET, Ana Franchi, del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, el Presidente de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, el Gerente de Vinculación Tecnológica del CONICET, Sergio Romano, el Vicepresidente de la Unidad de Investigación de Orientación de Células Tumorales de GSK Reino Unido, Kenneth Hance; el Vicepresidente de Descubrimiento de Biofármacos y Diseño de Medicamentos de GSK Reino Unido, Steve Martin; a la Embajadora del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en Argentina, Kirsty Hayes; el Embajador Argentino en Reino Unido, Javier Figueroa, el Director Global de Trust in Science de GSK, Kevin Madauss; el Gerente General de GSK Argentina, Gastón Domingues Caetano, la Directora Médica de GSK Argentina, Rosana Felice y el Director Legal de GSK Argentina, Diego Álvarez García.