MI CAMINO A LA CIENCIA

¡A dormir, a dormir!: El sueño y la memoria

Los miembros del Laboratorio del Sueño y la Memoria hablan sobre sus temas de estudio y recorridos en la ciencia.


¿Cómo se modifican las memorias durante el sueño y la vigilia?, ¿Cómo las memorias declarativas en humanos se modifican durante el sueño y la vigilia?, ¿Qué errores en la memoria declarativa pueden llevar a la aparición de memorias falsas, su impacto en procesos de reconocimiento y su relación con el sueño? son algunas de las preguntas de investigación que se hacen los científicos y científicas del Laboratorio del Sueño y la Memoria, perteneciente al Departamento de Ciencias del Instituto Científico Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). El equipo está dirigido por Cecilia Forcato y conformado por Francisco Gallo, Malen Moyano, Facundo Urreta Benítez y Aylin Vázquez Chenlo, entre otros.  se divide en cinco áreas de estudio: reactivación de la memoria durante el sueño y la vigilia, contenido onírico y consolidación de memorias, diseño de dispositivos para mejorar el sueño y la memoria, sueño lúcido y experiencias del cuerpo iniciadas desde la parálisis de sueño y formación de falsas memorias de hechos delictivos.

Al ser consultados por el motivo que los llevó a volverse científicos y científicas algunas de sus respuestas son: “Fue como fichas de dominó cayendo una detrás de la otra, entonces me empecé a orientar hacia el lado del estudio de la memoria”, “Viví toda mi adolescencia leyendo todos los libros que encontraba sobre neurociencia” o “Desde chica me interesó todo lo relacionado a la ciencia”. Todos eligieron el camino de la ciencia y lo transitaron de diferentes maneras.

La investigadora Cecilia Forcato es la encargada de que todo funcione en el laboratorio, algunos de los miembros de su equipo como Francisco, Facundo y Malen son becarios y becarias doctorales y posdoctorales del Consejo. Los padres de Cecilia estimularon mucho a sus tres hijas a elegir lo que les gustaba, siempre les daban muchos libros de diferentes temáticas como arte, animales y medicina. Cuando llegó la hora de elegir qué carrera quería seguir, Cecilia estaba entre Medicina y Biología pero terminó eligiendo la última. Además de la ciencia, a Cecilia le gusta escribir cuentos de ciencia ficción, meditar y tocar el teclado.

Cuando era chica, a Malen le regalaron un microscopio de juguete y un juego de química para su cumpleaños. “Desde chica siempre me interesó todo lo relacionado a la ciencia”, cuenta la becaria CONICET. Cuando terminó la secundaria, Malen empezó a estudiar Ciencias Químicas pero al poco tiempo se dió cuenta que esa carrera no era lo que quería y decidió apostar a la biotecnología.

A la hora de responder cómo llegó a estudiar el sueño lúcido y experiencias del cuerpo iniciadas desde la parálisis de sueño, Francisco considera que fue un poco de causalidad y un poco de casualidad. Él se había anotado a la carrera de Biotecnología sin estar demasiado seguro de sus intereses o de lo que quería para su futuro. “Durante la carrera empecé a anticipar el valor de la ciencia en la sociedad”, relata el becario posdoctoral del Consejo.

Desde que tiene uso de razón Aylin siempre tuvo un gusto particular por la matemática, la física, la biología y la ciencia en general. “Toda mi adolescencia me la pase leyendo todos los libros de divulgación sobre neurociencias que encontraba”, recuerda. Por esto apenas terminó la secundaria buscó una carrera que reúna todo lo que le gustaba y en esa búsqueda encontró la carrera de Bioingeniería antes de llegar al Laboratorio como becaria.

A diferencia de sus compañeros, Facundo siguió el camino de las ciencias sociales con la carrera de Psicología y tiempo después se inclinaría por la neurofisiología volviéndose becario doctoral del Consejo. “Me gustaron las formas ingeniosas que se buscaron para estudiar cosas y procesos que a primera vista parecen imposibles de capturar porque son muy difíciles de ver, están muy camuflados y son muy complejos”, explica Urreta. Al igual que Malen, Facundo se dió cuenta que el estudio en animales no era lo que más le atraía y que le interesaba un poco más estudiar la memoria en seres humanos.

 

El papel del sueño y la memoria en la sociedad

El ser humano tiene una relación muy íntima con sus sueños. Cuando se va a dormir, cada noche deja la realidad del mundo consciente para adentrarse en un mundo distinto en donde puede ocurrir cualquier tipo de evento y donde los estados de conciencia son muy variados. Para Francisco, la pregunta no es porque dormimos sino porque soñamos. Además de los sueños convencionales, se pueden experimentar otro tipo de experiencias que desafían los límites de lo que se considera ‘real’ como el sueño lúcido, la parálisis del sueño o las experiencias fuera del cuerpo. “Aprender más sobre estos fenómenos será una parte esencial en la búsqueda de una teoría de la conciencia humana y conocer la naturaleza de estas experiencias puede ayudarnos a evitarlas cuando sean perjudiciales y a promoverlas o extenderlas cuando tengamos deseos exploratorios”, explica Gallo.

Por otro lado, Aylin trabaja en el procesamiento de señales cerebrales durante el sueño y el diseño de un equipo de estimulación de sueños lúcidos. “Conocer las señales cerebrales que ocurren mientras dormimos y están relacionadas a la optimización de memorias es fundamental para poder diseñar dispositivos que permitan mejorar la memoria en personas que, por ejemplo, tienen déficit en ella”, comenta y destaca la importancia de desarrollar un dispositivo inductor de lucidez para poder inducir sueños lúcidos y ayudar con el tratamiento de personas que sufren pesadillas recurrentes y que padecen estrés postraumático. Esto no sólo impactaría en la calidad de su sueño sino que también en su calidad de vida durante la vigilia.

Educación. Como ya se remarcó anteriormente, el sueño cumple un rol fundamental en diferentes funciones biológicas. Malen investiga el rol del sueño en la modificación y formación de memorias. “Durante el sueño se favorece la consolidación o guardado de memorias, estudiar cómo mejorar incluso esa consolidación me parece de vital importancia a nivel científico”, asegura. La becaria destaca el impacto inmediato que su investigación tiene en la educación ya que el guardado y el procesamiento de la información se afianza durante el sueño. Desde el Laboratorio están trabajando en la aplicabilidad del sueño y la memoria en el aula con un proyecto en el que participan diferentes escuelas. Cecilia explica uno de los proyectos que van a empezar próximamente: “Vamos a aplicar siestas cortas en las escuelas para mejorar la entrada o codificación de información y la consolidación o guardado de lo que aprenden con la instrucción de la maestra la idea es marcar la información que el cerebro durante la noche va a mejorar mientras los chicos duermen”. Otra técnica que aplican es la de la asociación de aromas y olores con los contenidos de las diferentes materias para luego reactivar las memorias por la noche. “Buscamos asociar ciertos olores a materias como lengua o historia, el difusor vuelve a reactivar esos olores cuando los chicos duermen en la casa, con esto se busca mejorar esa información y que dure en el tiempo”, desarrolla la investigadora.

Condenas erradas. Facundo destaca que alrededor del 70% de las condenas erradas en países como Estados Unidos se derivan directamente de errores en los procesos de identificación. El enfoque de la investigación de Facundo apunta a solucionar esta problemática social. “Cuando nosotros aislamos esta problemática, nos permite conocer y regular las causas que llevan a errores en los procesos de identificación y, de manera más general, a errores en la memoria y en el reconocimiento, así podemos disminuir el impacto que estos errores tienen en las condenas erradas”, desarrolla el becario. Desde el Laboratorio buscan proveer datos y aportar al diseño de protocolos que se puedan estandarizar para las prácticas de reconocimiento y recolección de testimonios en todas las dependencias de administración de justicia del país.

Innocence Project colabora con el Proyecto de Formación de Falsas Memorias durante el sueño y la vigilia que lleva a cabo el Laboratorio. Uno de los becarios que forma parte de este proyecto es Facundo. Innocence Project Argentina nace en respuesta a los pedidos de ayuda de personas encarceladas por crímenes que no cometieron. Además de ayudar a revisar las condenas de las personas erróneamente encarceladas, el Laboratorio da conferencias a los actores parte del sistema judicial como fiscales y jueces “La mayoría no tienen idea como son los procesos de memoria ni que se pueden modificar ni cómo se distorsionan cómo funciona la formación de falsas memorias”, explica Cecilia.

 

Comunicar ciencia: La importancia de la divulgación

Para Francisco, la ciencia es una actividad transformadora del mundo que no se limita a la indagación de cómo es el mundo sino que trata de modificarlo. Por otro lado, Facundo desarrolla a la ciencia, al menos en el ideal, como una construcción colectiva y destaca que es hecha por y para la comunidad. Lo que más le gustaba a Aylin de la ciencia cuando estaba decidiendo qué estudiar era la forma en la que se trabajaba “El hecho de la participación continua entre distintas disciplinas, la formación continua en un tema y aprender a comunicar lo que uno investiga”, explica la becaria.

Francisco hace hincapié en el escaso conocimiento de la sociedad sobre los científicos y científicas y en lo relevante que es generar mayores espacios de acercamiento a la sociedad traspasando las barreras de la academia. Malen destaca la importancia de que todo el conocimiento que adquieren los científicos y científicas sea transmitido a la sociedad de alguna manera para que esta pueda aplicarlo y entienda por ejemplo, la importancia de dormir o como funciona la memoria del ser humano.

Cecilia Forcato participa de la acción Ciencia en Juego: intercambio de cartas del Programa VocAr, que tiene como objetivo promover el diálogo entre estudiantes y personas que se dedican a la investigación científica. Su ficha se encuentra disponible en la página de la actividad. La inscripción está abierta y todas las escuelas con interés en participar pueden escribir a vocar@conicet.gov.ar.

Desde el Laboratorio dan diferentes charlas viernes por medio en su Instagram (@labsuenoymemoria) llamadas “Viernes Oníricos”.

Por Camila Hroncich

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