Gestión, evaluación e investigación: una tensión que crece

GUEMUREMAN, SILVIA

Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires

Jornada; "I Jornadas Nacionales de investigadores en formación en educación". Panel de Políticas Científicas en la Universidad; 2008

Instituto de investigaciones en Ciencias de la Educación

Esta invitación fue realizada atendiendo a mi carácter de Subsecretaria de Gestión en Ciencia y Técnica de la Universidad, por ende, la breve disertación realizada giró alrededor de temas de política científica en sentido amplio y de una reflexión vinculada al modo de hacer ciencia y a los modos de evaluación de la actividad científica. Entre todos los aspectos que podrían abordarse, he elegido la contextualización del momento actual de la ciencia y la tecnología, con una indiscutible promoción desde la instancia gubernamental expresada fundamentalmente en la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, es decir, en la atribución del rango de Ministerio a lo que históricamente fue relegado, contrastado esto con la dificultad presupuestaria que atraviesan las universidades nacionales y que se expresa en el inciso de ciencia y técnica. Una mirada un tanto más afinada muestra que el problema que particularmente padecen universidades grandes como la Universidad de Buenos Aires se originan en la ausencia de discusión de pautas presupuestarias que contemplen las necesidades reales conforme a las trayectorias, identidades y recursos humanos formados en las distintas universidades. Así, una proyección a mediano plazo mostraría una evolución favorable de las universidades más pequeñas, y una involución de las universidades grandes. Otro de los ejes elegidos para esta disertación ha sido el caracter de evaluación permanente de la que son objetos los docentes e investigadores a través de múltiples sistemas de evaluación que tienden a convertirlos en buenos gestores en desmedro de su calidad de investigadores al servicio de la producción de conocimiento, que requiere de tiempos menos condicionados por las urgencias de estar siempre en regla, y siempre a tono con las exigencias del sistema cientifico que aparece fragmentado: programa de incentivos, carrera de investigador para quienes pertenecen al CIC o al CONICET, aplicación a convocatorias de proyectos de características diversas (universidades, ANPCTY, etc), informes académicos por labor docente, además de las cargas públicas adquiridas por detentar determinado rango en el banco de evaluadores: conformación de comisiones técnicas asesoras, evaluación de proyectos de universidades, formación de recursos humanos, conformación de jurados de tesis, etc. La pregunta que queda flotando es la de cómo investigar sin morir en el intento.