CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Existen numerosos grupos de compuestos químicos que representan actualmente un potencial impacto para el ambiente. En el año 1994 Schwarzenbach et al. estimaron que más de 70.000 compuestos orgánicos sintéticos eran utilizados con los más diversos fines; en la actualidad se estima que existen registrados mas de 10 millones de compuestos sintéticos orgánicos. Entre los contaminantes orgánicos más peligrosos para el ecosistema, los biocidas utilizados como principio activo en las pinturas anti-incrustantes han sido motivo de preocupación en las últimas décadas (Readman 2006a). La utilización de estas pinturas es necesaria para proteger las embarcaciones y otras estructuras expuestas al contacto directo y prolongado con el agua de mar. Sin esas pinturas, los procesos de corrosión se aceleran y la frecuencia de las actividades de mantenimiento se vuelve mayor. Todo esto deriva en un aumento en el consumo de combustible en función de la mayor fricción entre el casco de la embarcación y el agua, y en la producción de un mayor volumen de residuos. Como consecuencia, se genera un marcado aumento en los costos del transporte marítimo (Kotrikla 2009). En general, las pinturas anti-incrustantes incorporan en su composición biocidas que evitan que los organismos que forman las comunidades incrustantes (fouling) puedan establecerse sobre la superficie revestida (Almeida et al. 2007). Estos biocidas, a su vez, son liberados desde las pinturas causando daños en los ecosistemas acuáticos, principalmente en las regiones donde se observa un gran flujo de embarcaciones (Readman 2006a). De esta manera, las áreas costeras donde se ubican puertos, marinas y astilleros son las áreas más susceptibles a la presencia de este tipo de compuestos (Sonak et al. 2009).

enviar mensaje