De la incidencia a la resistencia otra vez. Organizaciones sociales por el derecho a comunicar frente a las polítias macristas

MARÍA SOLEDAD SEGURA

Simposio; Simposio "Sociedad civil, territorio y políticas públicas", XIII Congreso SAAP; 2017

En este siglo en Argentina, se aprobó un número sin precedentes de políticas de comunicación basadas en el paradigma de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil (OSC) desempeñaron papeles cruciales en el proceso de formulación de esas políticas. Este es un hito en la historia de la política de comunicación del país: no hay registro histórico de un período similar de tan intensa movilización y visibilidad. Gracias a la incidencia social, el Decreto de Acceso a la Información Pública del Poder Ejecutivo Nacional de 2003 y la Ley de Acceso a la Información de 2016; la Modificación del artículo del Código Penal referido a calumnias e injurias de 2009; y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual de 2009 contienen aspectos que satisfacen las demandas cívicas y las normas internacionales de comunicación como derechos humanos . Sin dudas, la reforma de las políticas regresivas son procesos a largo plazo, pero estos avances son singulares. (Segura & Waisbord, 2016)Desde diciembre de 2015, un gobierno de diferente signo político ?el primer líder de un partido de derecha elegido como presidente por el voto en la historia del país- continuó el intenso activismo estatal en el área aunque con una orientación diferente y otro vínculo con las organizaciones sociales. Inició reformas que restringen el derecho a la comunicación, y revocó aspectos clave de las leyes de libertad de expresión aprobadas con participación social. Las preguntas que procuro responder son: En las actuales condiciones, ¿existe alguna posibilidad de que las organizaciones sociales tengan impacto en los nuevos procesos de formulación de políticas? ¿Pueden proteger alguno de sus logros, y defender y ampliar los derechos de comunicación en escenarios regresivos?La hipótesis que intento demostrar es que, aún en medio de las políticas de retroceso de un gobierno conservador y el empeoramiento de las condiciones de expresión pública en nuestro país, los movimientos sociales aún pueden tener ciertos niveles de incidencia en las políticas públicas ?al menos, para detener la regresión en materia de derechos humanos y, en algunos casos, ampliarlo-, auque con mayores dificultades y costos. La hipótesis subsidiaria que sostengo es que los llamados "resultados no deseados" de los movimientos sociales (fortalecimiento institucional de la propia organización, sus integrantes, otras organizaciones y el Estado) son los que permiten estos niveles de impacto social.Para demostrar esto, estudio el caso de las organizaciones que procuraron incidir en la formulación de las políticas de comunicación en Argentina durante el último año. Con ese fin, entrevisto a sus referentes, y analizo documentos producidos por las propias organizaciones y el Estado, e información de prensa.Este análisis puede contribuir a comprender las estrategias y oportunidades de los movimientos progresistas de comunicación en contextos de retroceso de los derechos humanos cuando gobernantes conservadores suben al poder no sólo en América Latina , sino también en otras regiones del mundo .En primer lugar, doy cuenta de la perspectiva teórica con que trabajo. Después, comparo el impacto en las políticas de comunicación de las organizaciones entre 2003 y 2015 y desde 2015 hasta ahora. Luego analizo si esos diversos niveles de impacto se vinculan con las estrategias de incidencia de las organizaciones, sus características y/o las particulares condiciones de Argentina en los dos períodos.