Ciudadanía, comunicación y movimientos sociales. Las prácticas por la democratización de las comunicaciones

SEGURA, MARÍA SOLEDAD

Universidad Nacional de Córdoba

Jornada; Jornadas temáticas "Ciudadanía y movimientos sociales urbanos, problemática campesina e indígena y mundo de los trabajadores. Su lugar en los procesos de formación, investigación e intervención desde el Trabajo Social"; 2009

Red de trabajo "Políticas públicas, derechos y trabajo social"

Procuramos mostrar la conexión de la lucha por la democratización de las comunicaciones con otras luchas sociales por la democratización de otros ámbitos de lo social. Partimos de plantear la aparente paradoja que habría implicado el incremento de la relevancia de lo comunicacional y cultural ante la masiva crisis estructural y material de 2001- 2002. Sin embargo, según lo expuesto, esto se torna comprensible si se tiene en cuenta que durante el ?año extraordinario? de 2002, en definitiva, de lo que se trataba era de ?avizorar conjuntamente la salida del modelo neoliberal, lo cual supone, entre otras cosas, la potenciación de la participación popular en el nuevo espacio democrático? (Svampa, 2008: 82). Por lo tanto, el ejercicio de la ciudadanía comunicativa aparecía como ?condición necesaria para revertir, mediante la participación de los individuos en la esfera pública y política, los crecientes niveles de exclusión económica y social y para consolidar el sistema democrático? (Mata, 2005). Esto es así porque, como sostiene Fraser, la democracia y la justicia son indisociables. No hay democracia sin justicia ?no hay representación sin redistribución y reconocimiento- porque la democracia necesita participación igualitaria y no podría haber paridad en la participación si no hay justicia. Tampoco hay justicia sin democracia porque no se sabe qué se requiere para que haya justicia hasta que ?la voz? de todas las personas sea escuchada para poder interpretar sus necesidades y demandas. (Fraser, 2006). De allí la centralidad de la comunicación para el desarrollo de la vida política democrática. Esto permite comprender también por qué, en 2008- 2009, las condiciones de alta confrontación política originada por sectores concentrados de poder que se oponen a que graven sus rentas en connivencia con grupos concentrados de poder mediático, permitieron la puesta en debate de la necesidad de diseñar una nueva arquitectura del espacio público mediático en tanto condición central para la constitución de ciudadanos en ese espacio público y para dar el debate sobre el modelo de país, de democracia y de desarrollo.