Unión por Córdoba: la producción de una diferencia

SEGURA, MARÍA SOLEDAD

Lugares del Decir 2

Homo Sapiens

Lugar: Rosario; Año: 2007; p. 249 - 282

A principios de 2000, la probabilidad de José Manuel de la Sota de imponer las leyes de reforma del Estado y los programas de gobierno que de ellas se derivaban, no se fundaba tanto en la bondad de las medidas impulsadas –que, por el contrario, eran fuertemente cuestionadas a nivel nacional por sus consecuencias económicas y políticas-, ni en las razones esgrimidas en su defensa –que fueron impugnadas y resistidas por diversos actores en Córdoba-, sino más bien en el poder acumulado por el agente para hacerlo. Las estrategias discursivas desarrolladas contribuyeron a ello favoreciendo la aceptabilidad del discurso.Las leyes se aprobaron por la imposición de la fuerza de la mayoría oficialista en la Cámara de Diputados y la mayoría obtenida bajo sospechas de coima en el Senado, más que por las razones invocadas. Tampoco fueron los criterios éticos ni normativos aducidos los que fundaron la decisión. Los márgenes de impunidad existentes les permitieron al gobernador y a los legisladores de Unión por Córdoba ignorar los compromisos asumidos con el ex gobernador Ramón Mestre y los cuestionamientos planteados por gremios y otras organizaciones sociales y políticas.Por otra parte, las estrategias desarrolladas para hacer aceptable un discurso, todavía predominante a nivel nacional pero crecientemente criticado, lograron hacer una diferencia con el paradigma neoliberal dominante para sostener su aceptabilidad. Se sostuvieron los ejes centrales del discurso menemista y sus propuestas políticas, al tiempo que se incorporaron las demandas ciudadanas de mayor participación en las decisiones de políticas públicas y de transparencia en la gestión de gobierno. Sin embargo, del análisis de los discursos surge que las leyes aprobadas reúnen características que las hicieron más aptas para profundizar el modelo neoliberal de relaciones entre Estado y sociedad en Córdoba, que para atender las demandas ciudadanas.De este modo, las estrategias desarrolladas por el Gobierno de Córdoba no produjeron una ruptura con el paradigma predominante, tampoco construyeron uno nuevo, ni ampliaron simplemente lo aceptable. Produjeron una diferencia en un paradigma desprestigiado: lo modificaron para hacerlo aceptable en un contexto diferente.