INVESTIGADORES
BIDASECA Karina Andrea
capítulos de libros
Título:
Mujeres blancas buscando salvar a las mujeres color café de los hombres color café.” O reflexiones sobre desigualdad y colonialismo jurídico desde el feminismo poscolonial
Autor/es:
BIDASECA, KARINA
Libro:
Feminismos y Poscolonialidad. Descolonizando el feminismo desde y en América latina
Editorial:
GODOT
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2011; p. 95 - 120
Resumen:
Este artículo recoge las tesis trabajadas en mi reciente libro Perturbando el texto colonial. Los Estudios (Pos) coloniales en América Latina (2010) para comprender la subalternidad femenina: por un lado, que racismo y colonialidad constituyen las relaciones de género, y por otro, que el feminismo blanco se inscribe en una narrativa imperialista local cuando se sostiene en lo que denomino como una “retórica salvacionista” de las mujeres color café. De acuerdo a a la feminista afroamericana bell hooks, permanece en el feminismo contemporáneo la idea de que la raíz de todos los problemas es el patriarcado y que la erradicación de la opresión sexista llevaría necesariamente a la eliminación de todas las demás formas de opresión. El hablar del patriarcado y no del racismo permite que las feministas blancas sigan actuando como explotadoras y opresoras. Sexismo, racismo y explotación de clase constituyen sistemas interrelacionados de dominación y determinan la agencia femenina, y permiten comprender la mencionada “retórica salvacionista” que construye el discurso imperialista o los pequeños imperialismos locales (Bidaseca, 2010). Como pretendo mostrar, nada o mucho ha cambiado cuando nos enfrentamos a ciertos casos paradigmáticos para pensar los continuos intentos de algunas feministas blancas de silenciar a las mujeres de color/no blancas o bien, de hablar por ellas. Me referiré a uno extremadamente sensible y polémico en la sociedad salteña que, repentinamente, lo selló. Remite a un fallo de la Corte de Salta entre 2005 y 2006, sobre el procesamiento dictado a un hombre indígena de 28 años de la comunidad wichí Lapacho Mocho, ubicada al norte de dicha provincia. Fue acusado de haber violado a la hija de su concubina, según la defiinición de la familia occidental, una “niña de alrededor de 10 años” (pues no se sabe con certeza su edad), quien se convirtió en madre. Mi propósito al introducir esta narrativa femenina de la subalternización (Bidaseca, 2010) es reflexionar sobre el colonialismo jurídico en las condiciones actuales de dar muerte simbólica a otras subalternas, las mujeres indígenas. Desde el feminismo poscolonial voy a problematizar los límites del feminismo académico blanco para pensar los procesos de “colonialidad” y sexo/género. Hablaré de “colonialismo jurídico” en el tratamiento del caso por parte del Estado Nación argentino y de “colonialismo discursivo”, cuando las voces “bajas” (Guha, 2002) de las mujeres son fagocitadas, representadas o traducidas por otras voces. Entiendo sus voces como instrumento político del sujeto, ensayando, en los pliegues lo que llamo una “teoría de las voces” (Bidaseca, 2010) desde la conceptualización de Aníbal Quijano (2000) de su “colonialidad del poder”, que incluye el tratamiento de la política de la subjetivación en curso.