"Libros, bibliotecas y lectores en las encrucijadas del progreso"

BATTICUORE, GRACIELA

Historia crítica de la literatura argentina; Alejandra Laera (dir. volumen), Noé Jitrik (dir. colección)

Emecé

Lugar: Buenos Aires; Año: 2010; p. 46 - 52

En el último cuarto del siglo XIX, en la Argentina, la apuesta a la lectura como herramienta de progreso se sustenta en la creación de programas, pedagogías, normativas y políticas educativas previstas por los intelectuales, que dictan nóminas de autores, listas de libros recomendados o prohibidos, espacios convenientes para la lectura y motivaciones válidas o desdeñables para ejercitarla. ¿Cuáles son esas prescriptivas y quiénes los habilitados para formularlas? es una de las primeras preguntas que se deducen de este panorama inicial y que nos interesa abordar. Al mismo tiempo se trata de indagar cuáles han sido los contrastes (y las continuidades) entre esa supuesta confianza en la lectura como práctica extendible a todos los individuos de una sociedad republicana, y las representaciones literarias que ofrecen las ficciones nacionales durante este período, las cuales muy a menudo describen la lectura como un hábito pernicioso, corruptor de la sensibilidad femenina y masculina.