INVESTIGADORES
POLJAK sebastian
congresos y reuniones científicas
Título:
El comportamiento de la foca cangrejera (Lobodon carcinophaga) como determinante de la infección de piojos: ¿por qué los juveniles son los piojosos?
Autor/es:
BOBINAC, M.A. ; NEGRETE, J.; POLJAK, S.; CARLINI, P.; GALLIARI, J.; MÁRQUEZ, M.E.; MENNUCCI, J.A.; LEONARDI, M.S.
Lugar:
Ezquel
Reunión:
Congreso; XXVII Jornadas de Mastozoología; 2014
Institución organizadora:
SAREM
Resumen:
Los pinnípedos pasan gran
parte de su vida en el mar, por lo que los piojos que los infectan (Anoplura:
Echinophthiriidae) han tenido que adaptarse a la vida en este medio y su ciclo se
encuentra ligado al del hospedador. Las focas antárticas suelen ser
hospedadores de distintas especies de piojos del género Antarctophthirus y en particular A. lobodontis parasita a
la foca cangrejera. Esta especie, sumamente abundante y de amplia distribución
circumpolar, se reproduce de forma monógama durante la primavera austral. Estudios
previos en otras especies de pinnípedos, encontraron que la mayor infección se
da en juveniles. El objetivo del presente trabajo fue determinar si este patrón
se mantiene en la foca cangrejera y establecer las posibles causas del mismo. Para
ello se analizó la ecología parasitaria de A.
lobodontis durante el verano 2014. Se examinaron un total de 10 focas (5
adultos y 5 juveniles) en la Costa de Danco, Península Antártica. Ninguno de
los ejemplares adultos presentó infección por piojos, mientras que la
prevalencia alcanzó al 80% de los juveniles analizados (prevalencia: 40%,
intensidad media: 126 ± 120,86). La principal restricción adaptativa de los
equinoftíridos está dada por el hecho de que los huevos no sobreviven largas
inmersiones, necesitando al menos siete días fuera del agua para reproducirse. La
foca cangrejera tiene un período de lactancia de tres semanas, momento en el
cual la madre contagiaría al cachorro con piojos, reproduciéndose estos en
ambos. Así, durante la siguiente temporada, estos cachorros ya convertidos en
juveniles serían los principales reservorios de la población de piojos. El comportamiento
de los juveniles determinaría la mayor infección, ya que forman agregaciones de
hasta 1000 individuos y pasan el doble de tiempo fuera del agua que los adultos.
Ambas características, favorecerían la supervivencia y reproducción de los
piojos.