INVESTIGADORES
MORETTO alicia Susana
congresos y reuniones científicas
Título:
Paleoduna de Laguna Arturo: registro de variaciones climáticas y contextos arqueológicos durante el Holoceno en la estepa fueguina, Argentina.
Autor/es:
CORONATO, A; SALEMME, M; MORETTO, A; ORÍA, J.; PONCE, JP; ORGEIRA, M; ORONATO, A; VAZQUEZ, C; OSTERRIEGH, M; FERNANDEZ, M; LAPRIDA, M; BENVENUTO, M.L.
Lugar:
Neuquen
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011
Resumen:
La laguna Arturo (53° 43´ latitud sur / 68° 18´ longitud oeste) es semi-permanente y de aguas salobres. Su perímetro es de 5,6 km, el eje mayor (noroeste - sureste) es de 2,08 km, la profundidad es desconocida aunque se estima muy somera. Se ubica en la estepa semiárida, en un ambiente de colinas bajas formadas por rocas sedimentarias marinas dispuestas en forma horizontal, de edad Mioceno temprano a medio y cubiertas por depósitos eólicos mantiformes adaptados a la morfología estructural. El clima es templado-frío semiárido con congelamiento estacional de suelos y vientos casi-permanentes del oeste - noroeste. La disponibilidad de agua superficial es escasa. Lagunas de este tipo son comunes en este sector de la estepa fueguina, donde Festuca gracillima es la especie dominante; sin embargo paleodunas formadas por una secuencia continua de nueve unidades de depósitos eólicos-paleosuelos-suelo actual, con niveles portadores de material arqueológico, son geoformas poco usuales. El conocimiento de la variabilidad ambiental de esta región es de interés en el contexto arqueológico ya que las lagunas emplazadas en ambientes semiáridos son espacios propicios para la concentración de grupos humanos y fauna local. Por otra parte, suelos y paleosuelos sirven como reservorios de materiales arqueológicos. La paleoduna de Laguna Arturo se desarrolló en la costa sur, expuesta a vientos del noroeste, norte y noreste. Está conformada por nueve unidades de depósitos eólicos areno-limosos intercalados con ocho niveles de paleosuelos, los cuales han sido denominados 1 a 8, de abajo hacia arriba, según secuencia genética (Coronato et al., 2010). La secuencia sedimentaria culmina con 1,1 m de suelo actual. La potencia de los depósitos es de 20,2 m; éstos se disponen sobre un nivel de conglomerado suprayacente a areniscas y pelitas marinas portadoras de malacofauna y foraminíferos (Fm. Carmen Silva, según Codignotto y Malumián, 1981), aflorantes 15 m por encima del nivel del agua. Los depósitos eólicos son de color marrón oscuro a oliva y tienen espesores de 0,46 a 1,92 m, con la excepción del nivel eólico 5; éste tiene 7 m de potencia e incluye un nivel de tefra de 4 cm de espesor cuyo origen se atribuye a una erupción holocena del Mt. Burney, ubicado 370 km al noroeste, en los Andes Patagónicos. A expensas de cada nivel eólico se formaron paleosuelos de color marrón rojizo oscuro a oliva, con espesores variables de 15 a 40 cm, con texturas predominantemente franco arcillosa a limosa. Los 10 primeros cm de cada paleosuelo presentaron pH alcalino (8,34 en promedio), con la excepción del suelo en superficie, cuyo pH es de 7,2, valor que se corresponde con la condición regional. El contenido de materia orgánica de los paleosuelos disminuye desde el 1 al 6 (7,04 % a 2,9 %), luego ascienden hasta 6,25 % en los paleosuelos 7 y 8, siendo el valor del suelo actual de 3,75 %. Pellets de arcilla de tamaño arena están presentes en varias de las unidades sedimentarias. La génesis de la paleoduna está en estudio bajo tres hipótesis: (a) por depositación de sedimentos salinos limo-arcillosos provistos por deflación del fondo expuesto de la laguna durante los períodos secos; (b) por erosión eólica del sustrato sedimentario marino, expuesto en forma de acantilado por acción del oleaje, y por redepositación de partículas debido a turbulencias ascendentes formando dunas tipo ?perched? (agarradas); (c) por depositación de materiales areno-limo-arcillosos provenientes de fuentes distantes. Dado que paleodunas con esta conformación sedimentaria y potencia son geoformas inusuales en la estepa fueguina, se estima que (a) y (b) fueron los procesos de mayor influencia en la génesis. En ambos, la presencia de la laguna temporaria y el acantilado rocoso son elementos determinantes, en tanto la persistencia de vientos del NW-N es un factor condicionante para las tres posibilidades. Dataciones radiocarbónicas de material óseo y materia orgánica de los paleosuelos indican que la secuencia sedimentaria se inició a comienzos del Holoceno (ca. 9,9 ka A.P.) y que para el Holoceno medio (4,8 ka A.P.) ya se habían formado 5 niveles de paleosuelos y se había depositado la tefra. Los dos paleosuelos más recientes y el suelo actual se formaron entre 440 años 14C A.P. y el presente (Coronato et al., 2010).