INVESTIGADORES
FERREIRO juan pablo
congresos y reuniones científicas
Título:
Familia, patriarcado y relaciones hombre / mujer en el Jujuy Colonial
Autor/es:
JUAN PABLO FERREIRO
Lugar:
Salta
Reunión:
Congreso; VIIIº Congreso argentino de Antropología Social; 2006
Institución organizadora:
Escuela de Antropología-FH-UNSa
Resumen:
El trabajo se propone abordar el vínculo central en la reproducción de la sociedad señorial patrimonialista colonial: la relación hombre/mujer. Sobre este lazo se articula el entramado político-ideológico que caracterizó al régimen de la época: el patriarcalismo. Sistema que, expresando las relaciones políticas fundamentales del Antiguo Régimen colonial en el lenguaje del parentesco, hegemonizó, dirigió y determinó la relación entre los sexos, los grupos etarios y la estructura política general de la sociedad colonial jujeña; de tal modo que, sea cual fuere la estructura que hubiesen adquirido el parentesco y la familia en cualquier estamento de la sociedad, lo determinante y común a todas era su fundamento sobre una relación de poder fuertemente asimétrica entre varones y mujeres y que también revestía de jerarquía las diferencias entre grupos etarios. Este juego de posiciones estructurales era hereditario y, de hecho, podría considerarse un «plus» patrimonial exclusivamente masculino, es lo que identificaremos en adelante como Régimen Patriarcal. Si bien en su versión más característica, y dentro de los sectores dominantes de la sociedad colonial, asociaba un determinado sistema de sucesión y herencia con un régimen filiatorio, que adquiría habitualmente la forma de una primogenitura de tendencia agnaticia; no se agotaba en esta forma. haciéndose evidente como modelo hegemónico en situaciones donde la asociación entre filiación, herencia y estrategias reproductivas familiares eran distintas a la mencionada y permeando todos los ámbitos de la vida social, en particular aquellos vinculados con la estructura y dinámica del parentesco y el poder. El patriarcado tendía a funcionar más a la manera de un paradigma, el cual se organizaba alrededor de una tensión fundante: la diferencia entre géneros entendida como diferencia política. Esta aparecía pregnando todos los ámbitos de la vida social del período, y su perduración fue bastante más allá del límite que hemos establecido. Asumió la forma de una auténtica «lógica» socio-cultural que ordenaba categorías básicas y decisivas de la sociedad civil y, en consecuencia, otorgaba sentidos al fundar un orden simbólico, desarrollado sobre la existencia de diferencias básicas, en este caso, constituyendo un complejo y móvil sistema jerárquico basado en el género y la diferencia generacional, que actuaba a la manera de una «lógica de las cosas» y que exponía las principales tensiones y antagonismos de la sociedad colonial. En otras palabras, se constituyó en la expresión ético-político, ideológica, revestida del lenguaje del parentesco, de la patrimonialización de la renta, rasgo característico de las sociedades del tipo Antiguo Régimen.