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Los inductores son aquellas moléculas que, tras ser reconocidas por la planta, activan señales que preparan o inducen una respuesta de defensa en la planta (Wiesel et al. 2014). Muchos estudios han demostrado el uso exitoso de diferentes inductores para reducir la incidencia de enfermedades en una amplia variedad de cultivos (Elmer y Reglinski 2006), pero hasta ahora no hay evidencia científica del uso de estos inductores para el control de lepidópteros. El equipo de trabajo de ITANOA desarrolló un bioinsumo denominado PSP1 (acrónimo de Plant Stimulation and Protection) para el control de enfermedades bacterianas y fúngicas en especies monocotiledóneas y dicotiledóneas (Chalfoun et al. 2018a, 2018b). El ingrediente activo de PSP1 es una proteasa de origen fúngico, AsES (Acremonium strictum Elicitor Subtilisin). El elicitor AsES confiere una protección sistémica frente a aislados virulentos de Colletotrichum spp. causantes de la enfermedad de la antracnosis en plantas de Frutilla (Chalfoun et al. 2013; Hael-Conrad et al. 2018) y también frente a Botrytis cinerea en Arabidopsis thaliana a través de la activación de las tres principales vías de señalización de defensa mediadas por el ácido salicílico (SA), el ácido jasmónico (JA) y el etileno (ET) (Hael-Conrad et al. 2015). La activación de la vía del JA por parte de PSP1 podría inducir un efecto protector contra los ataques de insectos. Este potencial beneficio, sumado al bajo costo de producción, su efectividad a bajas concentraciones, su larga vida útil, la tolerancia a altas temperaturas, la inocuidad para organismos no blanco y su facilidad de aplicación hace que PSP1 sea un candidato prometedor para el desarrollo de estrategias de manejo sostenible del gusano barrenador en el cultivo de la caña de azúcar.

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