INVESTIGADORES
ANDERSON christopher Brian
congresos y reuniones científicas
Título:
Efectos de castores sobre la vida terrestre y acuática de castores en Tierra del Fuego
Autor/es:
CHRISTOPHER B. ANDERSON; ORLANDO DOLLENZ
Lugar:
Punta Arenas
Reunión:
Taller; Taller Internacional de Control de Castores en el Archipiélago Fueguino; 2006
Institución organizadora:
Servicio Agrícola y Ganadero (SAG-Chile) y Wildlife Conservation Society - Chile
Resumen:
El castor norteamericano (Castor canadensis Kuhl) fue introducido en el año 1946 en el sector argentino de la Isla Grande de Tierra del Fuego. La población de castores se ha expandido a gran parte del archipiélago, desde la liberación inicial de 25 parejas, colonizando inclusive una parte del sector continental de Chile a mediados de la década de los ‘90. El castor es un ingeniero de ecosistemas que posee una acción invasiva que afecta un amplio rango de ecosistemas, incluyendo hábitats terrestres y acuáticos, afectando no solo a nivel de comunidades bióticas sino a nivel de paisaje completo. El patrón de expansión del castor, que incluye la estepa, y su alta densidad de ocupación (0,1-5,4 colonias km-1 de arroyos) ponen en evidencia que el hábitat que ofrece el archipiélago austral es óptimo para facilitar su invasión. Los mecanismos que explican esta facilitación incluyen la baja presión de predadores y la amplia oferta alimenticia del medio ambiente. Aquí, se presentan datos de vegetación ribereña, insectos terrestres, aves, macroinvertebados acuáticos y peces dulceacuícolas para mostrar que los efectos ecológicos generales de la acción ingenieril de los castores son similares a lo esperado a nivel de parche de acuerdo a los estudios realizados en Norteamérica, pero las estrategias de regeneración de los bosques de Nothofagus no están adaptadas para mantener los actuales niveles de poblaciones de castores. Como resultado de ello, el paisaje invadido tiene una baja capacidad para recuperarse y poder hacer frente a un disturbio sostenido del castor, siendo el mayor cambio a nivel de paisaje que han sufrido los bosques subantárticos desde el retroceso de los hielos durante la última glaciación. Hasta la fecha, no se han coordinado esfuerzos binacionales para controlar al castor, siendo necesario coordinar programas conjuntos de investigación y obtención de recursos para revertir esta situación, que incluyan la ecología de los ecosistemas nativos que deseen ser conservados y restaurados (en vez de la biología de la especie invasora per se). Particularmente es importante el entendimiento de la dinámica de la regeneración y el potencial de restauración de las especies que crecen en los bordes de ríos y arroyos, así como la potencialidad de plantación con especies forestales nativas. Por otra parte, dentro del contexto de la restauración del paisaje subantártico, los ecosistemas acuáticos de los arroyos podrían responder más rápida y favorablemente que los ecosistemas ribereños. En conclusión, la influencia invasiva de los castores en el archipiélago subantártico representa uno de los más grandes cambios ecológicos en estos ecosistemas en los últimos 10.000 años. Mitigar este impacto y restaurar los ecosistemas afectados debería ser una alta prioridad para los responsables del manejo, la ciudadanía y los científicos que viven y trabajan en el archipiélago fueguino