INVESTIGADORES
PISANO Juan Ignacio
congresos y reuniones científicas
Título:
Plebe, ficción y un hecho de "famoso contenido" en el Virreinato del Río de la Plata
Autor/es:
JUAN IGNACIO PISANO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; XXXI Jornadas de Investigación del ILH; 2019
Institución organizadora:
Instituto de Literatura Hispanoamericana, Faculta de Filosofía y Letras, UBA
Resumen:
¿Qué se recuerda de la literatura escrita, particularmente, durante el período del virreinato del Río de la Plata (1776-1810)? Si digo la Oda al Paraná, de Lavardén, algo de Prego de Oliver, casi que agoto el stock de lecturas que es posible referir hasta las invasiones inglesas. Sin embargo, hubo un hecho de "famoso contenido" que desató una cantidad de poesía inusitada hasta entonces: la campaña que el Imperio español emprendió hacia 1776 para recuperar territorios de la Banda Oriental con Pedro de Cevallos a la cabeza. Se trata de un hecho de trascendencia no sólo por la victoria militar, sino porque coincide con la creación del virreinato y con la reconfiguración comunitaria que eso implicó.El caso más renombrado que emerge en torno a ese acontecimiento bélico es el de Juan B. Maziel quien escribió el primer poema gauchesco, "Canta un guaso" (1777). Ese texto, que ha sobresalido por el valor precursor en el uso del recurso del género, no ha sido una obra aislada. Por el contrario, forma parte de un conjunto de veinte poemas en honor a Cevallos, todos escritos por Maziel. El primer poema gauchesco, la excepción estética de mayor originalidad de nuestras tierras, emerge como un poema más dentro de ese corpus que celebra la figura de Cevallos y, en su conjunto, conforma una imagen de comunidad rioplatense mediante la diversidad de voces poéticas que allí se despliegan: el clero, el pueblo, la ciudad, el cabildo, un andaluz, el guaso, entre otras. El guaso aporta una cuota de plebeyidad autóctona porque, además, canta debajo de un "tala" en la campaña. Surge, del conjunto, una ficción de pueblo criollo y rioplatense que se reúne en torno a la figura del virrey en la capital del flamante virreinato. Pero, además, existe una larga composición cuya voz poética se declara como un testigo presencial e integrante de las tropas que combatieron bajo el mando del invicto Cevallos y que provenían de Cádiz. Se trata de un extenso poema que nos ha llegado a través de dos manuscritos diversos y que fue antologada por Lauro Ayestarán en 1950. Uno de ellos se conserva en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid. El otro, en el Museo Histórico de Uruguay, en Montevideo. Lo interesante no reside en que existan dos copias que pueden haber sido realizadas para que cada una fuera leída en regiones diferentes. Otras derivas son más destacables: primero, que junto al manuscrito que se conserva en Uruguay existen otros dos poemas que no están en el archivo de la capital española (no fueron incorporados por Ayestarán en su antología) y que fueron escritos con la misma letra del texto principal lo cual señala al menos una instancia de copia que los reunió, seguramente por el tema, en un mismo archivo, o una autoría compartida y anónima; además, ambas versiones presentan paratextos diversos; por último, genera un contraste interesante con las composiciones de Maziel.