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Juan Baltasar Maziel fue el letrado más importante de la temprana etapa virreinal en el Río de la Plata. Primer cancelario de estudios del Real Colegio San Carlos, (actual Nacional de Buenos Aires), consulto en temas de alta relevancia para el clero y el gobierno, además escribió el primer poema gauchesco, "Canta un guaso en estilo campestre los triunfos de Don Pedro Cevallos", como parte de un corpus mayor en honor al primer virrey. Pero ha dejado otra marca en la historia de la literatura porque interviene en una disputa con eje en dos sonetos de su autoría. Se trata de una batalla, como la denominó la revista de la Biblioteca Nacional allá por 1937, y que presentó visos de un conflicto geo-político al interior de estos anclajes coloniales ya que su contrincante fue un poeta limeño y, en su defensa, apareció Manuel de Lavardén, que había sido discípulo suyo. Me interesa señalar algunos rasgos de esa batalla que se colocaron en el centro de las estrategias poéticas de los contrincantes. Rasgos que se centran, principalmente, en usos de formas poéticas menores y un lenguaje aplebeyado en medio de esta discusión entre representantes de la cultura letrada. Destaco esos rasgos porque allí podemos encontrar antecedentes de algo que será central en la literatura argentina del siglo XIX. Es decir, intento, con este acercamiento, volver más porosa la frontera que en general se mantiene entre lo ocurrido antes de 1810 y lo acontecido luego en materia de análisis literario. Teniendo en cuenta que la representación de lo popular y el uso de formas poéticas menores tuvo un lugar central en la literatura argentina del siglo XIX.

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