Deltas: nuevos paradigmas

CARLOS ZAVALA; MARIANO ARCURI; AGUSTIN ZORZANO; ANTONELA TORRESI; AINARA IRASTORZA; VALENTIN TROBBIANI

La Plata, Argentina

Congreso; XVIII Reunión Argentian de Sedimentología y IX Congreso Latinoamericano de Sedimentología; 2023

Asociación Argentina de Sedimentología

Los deltas son elementos deposicionales constructivos generados cuando un flujo subaéreo suministra agua y sedimentos a un cuerpo de agua marino o lacustre. El paradigma de la sedimentación deltaica ha cambiado drásticamente en los últimos años, desde los populares modelos ternarios de deltas litorales marinos hacia modelos más realistas, los cuales tienen en cuanta las descargas de ríos sucios (ríos con una alta carga suspendida).Los modelos ternarios convencionales fueron diseñados para descargas de ríos limpios. En estos modelos el río arrastra los sedimentos hacia la desembocadura donde, debido al efecto combinado de la fricción y falta de confinamiento, el flujo entrante pierde rápidamente competencia y capacidad, acumulando los sedimentos en barras de desembocadura de deltas litorales. Dependiendo de la dinámica de la cuenca, estos depósitos litorales pueden ser (o no) modificados para formar deltas litorales dominados por mareas, olas o fluviales. En aguas someras, la acumulación localizada de sedimentos en barras de desembocadura afecta el espacio de acomodación disponible, lo que comúnmente resulta en una migración lateral del aparato deltaico.Recientemente se ha propuesto una nueva clasificación de los sistemas deltaicos considerando las características del flujo entrante. Los ríos son sistemas altamente dinámicos y sus descargas pueden ser muy variables en términos de duración y concentración de sedimentos. En medios marinos, se considera que las descargas fluviales requieren una concentración mínima de sedimentos en suspensión de entre 35-45 g/l para superar el contraste de densidad en la desembocadura y generar una pluma hiperpícnica. Sin embargo, este umbral de densidad (R) puede ser considerablemente más bajo en mares epicontinentales donde la salinidad marina puede disminuir debido al influjo de agua dulce. Estudios recientes sugieren que la diferencia de densidad es crucial para controlar las características del flujo hiperpícnico y sus depósitos resultantes. Por ejemplo, en aguas marinas, si la densidad del flujo entrante está por debajo de un umbral crítico Rc (concentración de sedimentos 110-146 g/l), se generará una pluma hiperpícnica diluida que puede extenderse por una gran distancia sin producir erosión, ayudada por olas, mareas y corrientes oceánicas. Los deltas resultantes (deltas litorales hiperpícnicos) conforman rampas progradacionales extendidas cientos de kilómetros hacia la cuenca. Dado que esta progradación es regional, sus lóbulos deltaicos no experimentan migración lateral. Los depósitos componen sucesiones progradantes de varios metros de espesor, reconocidos en la literatura como "parasecuencias", controladas por procesos alocíclicos. Por último, si la densidad total alcanzada por el río durante la crecida supera el umbral crítico Rc, el flujo tendrá suficiente peso relativo para erosionar el fondo de la cuenca y avanzar hacia la cuenca configurando sistemas de canales y lóbulos de turbiditas extracuencales (o deltas subacuáticos hiperpícnicos). El análisis de sistemas de deltas fósiles demuestra que un solo sistema deltaico puede generar diferentes tipos de deltas a lo largo del tiempo geológico, controlados principalmente por cambios climáticos alocíclicos.