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Si hay un hilo conductor queatraviesa y anima toda la labor política-intelectual de Aricó, este es sinlugar a dudas la búsqueda por superar el desencuentro que se da en nuestrastierras latinoamericanas entre la tradición marxista y socialista con lasclases subalternas y las tradiciones nacional populares. Toda la labor derenovación y apertura del marxismo y, más tarde, el trabajo crítico realizadoal interior de esta tradición, no tiene otra intención que la de transformar lacultura izquierda en nuestro país y Latinoamérica en esta perspectiva. Sin lugar a dudas, es Gramsci, suespíritu, su perspectiva y sus elaboraciones político-estratégicas (la nociónde ?voluntad nacional-popular?, la noción de ?reforma intelectual, el problemade los intelectuales, el concepto de ?hegemonía?, entre otros), la figura quemás influye en Aricó. En este sentido, me interesa indagar, en primer lugar,cómo el concepto gramsciano de hegemonía (en el período del exilio) esreelaborado por Aricó ?junto a otros intelectuales de izquierda- para pensar laconstitución histórico-política de las clases subalternas en un contexto dederrota de los movimientos revolucionarios, de surgimiento de nuevos sujetossociales y de re-valorización de la democracia (democracia que podríamos bienllamar, para el caso de Aricó, socialista). En segundo lugar, me interesadetenerme en el rescate que realiza Aricó de la figura de Mariátegui y de susreflexiones en torno al campesinado indígena en tanto clase subalterna y a larealidad peruana en tanto realidad nacional atravesada por la colonización. Porúltimo, y de la mano de esta ?vuelta? a Mariátegui, me propongo retomar lareivindicación de Aricó del marxismo latinoamericano como forma dereelaboración del marxismo y de sus categorías a partir del reconocimiento dela singularidad de América Latina, como perspectiva o tradición teórica y políticaque se propone, precisamente, ir al encuentro de las clases subalternas bajo elhorizonte del socialismo.

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