INVESTIGADORES
PERO Edgardo Javier Ignacio
congresos y reuniones científicas
Título:
Restauración de ecosistemas con un enfoque socio-ecológico
Autor/es:
EDGARDO JAVIER IGNACIO PERO; CAROLINA M. CERNIAK; PAOLA ALBERTI
Lugar:
Paraná
Reunión:
Seminario; Seminario Taller sobre Estudios Sociales: Aportes para una reflexión sobre investigación, federalismo y género; 2023
Institución organizadora:
INES CONICET UNER, CIT RAFAELA CONICET UNRAF
Resumen:
Actualmente, las sociedades enfrentan serios desafíos tales como el cambio climático, el mantenimiento de la seguridad alimentaria, la provisión de agua segura, y un mayor riesgo de desastres naturales y pandemias (1). Una alternativa para enfrentarlos es manejar los sistemas socio-ecológicos desde un abordaje comprehensivo a fin de mantener e incrementar el acceso de las personas a servicios ecosistémicos (SE). Las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) hacen referencia al manejo sustentable y aprovechamiento de la naturaleza para abordar desafíos sociales (2). Basadas en un complemento entre la conservación tradicional de la biodiversidad y estrategias de manejo, las SBN integran ciencia, política y práctica, y crean beneficios en términos de ecosistemas diversos y bien manejados, para mitigar los cambios ambientales a largo plazo.En la actualidad se afianza el consenso de que el ambiente y sus cambios son mejor entendidos y estudiados como sistemas socio-ecológicos (3). Un modelo teórico para integrar la investigación socio-ecológica sobre los ecosistemas ha sido propuesto por Collins et al. (2011) (4). En este modelo, el concepto de SE es utilizado como puente entre los fenómenos biofísicos y sociales. Las evaluaciones del estado de los SE son de vital importancia para el manejo de ecosistemas, particularmente a escala local y regional (5). Diferentes informes de organismos internacionales han destacado la relación entre el bienestar humano y la integridad de los ecosistemas (6) y consideran al concepto de SE y el de contribuciones de la naturaleza a las personas (CNP), como claves para analizar esta relación. Por ejemplo, los ecosistemas de agua continental brindan una amplia gama de SE que contribuyen al bienestar humano, tales como la provisión de alimento (peces) y fibras; abastecimiento y purificación de agua; regulación del clima y de caudales; recreación y turismo (6). Sin embargo, en los últimos años se ha determinado que un 80 % de la población mundial está expuesta a altos niveles de amenaza para la seguridad del agua de consumo y existen hábitats asociados a un 65 % de los sistemas fluviales continentales clasificados como moderados a altamente amenazados (7).Entre los objetivos de la Agenda del Desarrollo Sustentable 2030 de las Naciones Unidas se incluyen asegurar la disponibilidad, el acceso a agua segura y el manejo sustentable de la misma y para ello uno de los sub-objetivos planteados es restaurar ecosistemas relacionados al agua, como bosques, humedales y ríos (8). La restauración ecológica (RE) es el proceso de asistencia a un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido (9). El objetivo de este proceso es recuperar la estructura, funcionamiento, diversidad y dinámica del ecosistema especificado. La RE de bosques de ribera y sus SE (10) puede ser una opción de SBN para la resolución de diversos problemas en sistemas socio-ecológicos asociados a los agroecosistemas en paisajes ribereños (11), como por ejemplo inundaciones, pérdida de suelo por erosión de márgenes, contaminación del agua para riego y consumo, y degradación del suelo, entre otros.En Latinoamérica, se evidencia un interés creciente en la restauración de ecosistemas boscosos (12). En Argentina, se están llevando a cabo diversos proyectos de RE (13) especialmente luego de la sanción de la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos (Ley 26.331) y del establecimiento del Plan Nacional de restauración de bosques. Sin embargo, es escasa la información publicada sobre los resultados de estas experiencias, pocas son monitoreadas y las superficies intervenidas en general son pequeñas (13). Entre los principios y estándares internacionales de RE se encuentra la inclusión de distintos actores sociales (AS) y la consideración de diversas formas de conocimiento para desarrollar un proyecto de restauración (14). Un abordaje científico-técnico y socio-ecológico puede favorecer la articulación entre enfoques impulsados por políticas “top-down” (de arriba hacia abajo) que establecen objetivos nacionales y regionales, con objetivos locales basados en el contexto socio-político y necesidades locales “bottom-up” (de abajo hacia arriba) (12).En Argentina subtropical, los bosques están entre los ecosistemas más modificados y amenazados, debido a los cambios de uso del suelo ocurridos durante las últimas décadas (15). En particular, los bosques de ribera de la llanura tucumana han sido transformados principalmente para uso agrícola (16). En la actualidad, más de un millón de personas viven en el área mencionada y se concentra allí la principal producción agrícola que representa el núcleo de la economía provincial. Sin embargo, la región es afectada regularmente por inundaciones que afectan a las personas, a la infraestructura y a las actividades productivas (17). Esta situación, plantea preocupaciones sobre la sostenibilidad y la integridad ambiental de la región para enfrentar futuros escenarios de cambio climático y de cambios de usos del suelo. En la comunidad local, incluida la sociedad civil, los académicos y tomadores de decisiones, existe un cierto acuerdo común de que el déficit de bosque ribereño es uno de los problemas clave que promueven la inestabilidad del curso de los ríos y las inundaciones (18) y el aumento de las inundaciones en el centro-norte de Argentina ha sido vinculado a la deforestación (19). Se ha generado un mapa de zonas ribereñas, para identificar bosques y áreas transformadas en el pedemonte y llanura de Tucumán, y se detectó que la llanura húmeda es la región con mayor porcentaje de superficie ribereña transformada a agricultura (20). Se evaluó la ocupación de lotes catastrales adyacentes a las riberas, y el 80 % de esas propiedades incluyeron menos del 20% de su superficie en una zona ribereña. La RE necesaria para cubrir el requisito legal según ley provincial de bosques (8.304) podría ser una meta alcanzable considerando objetivos globales y regionales (http://www.forestlandscaperestoration.org/). Sin embargo, se recomienda incluir abordajes socio-ecológicos en los proyectos de RE a fin de conocer las miradas de los diferentes actores, principalmente de productores y/o pobladores, a fin de proponer compensaciones y evitar restricciones importantes para la producción agrícola local (21). En base a este preámbulo, se definieron como objetivos del presente estudio: 1) realizar un mapeo de actores vinculados al proyecto de RE de bosques de ribera en la cuenca productiva Balderrama (Tucumán, Argentina); y 2) Evaluar las percepciones de los distintos grupos de actores sobre el bosque de ribera, sus beneficios, perjuicios y posibilidades de restauración.Área de estudioLa cuenca productiva BalderramaLa cuenca productiva Balderrama corresponde a un territorio ubicado en el sudeste de la provincia de Tucumán cuyo limite Norte corresponde al río Balderrama, límite Este al río Seco, límite Oeste alrededor de la ruta provincial 38 y límite Este al río Salí. La cuenca productiva incluye parte de las cuencas hidrográficas del río Balderrama y parte de la cuenca del río Seco. El termino de cuenca productiva fue establecido por personal del gobierno provincial siguiendo un criterio socio-productivo y geográfico para establecer un área de intervención en el sistema de drenaje de la zona luego de reiteradas inundaciones ocurridas entre los años 2015 y 2017 durante el evento climático de “El Niño”. El área posee una historia de casi 200 años de producción de caña de azúcar. De acuerdo con Bravo 2017 (22), se pueden identificar diferentes actores vinculados a la historia cañera de la región e incluyen a industriales, cañeros, trabajadores y cosecheros independientes, trabajadores formales de los ingenios industriales, funcionarios del gobierno provincial y del gobierno nacional, entre otros. Actualmente, el área tiene alrededor de 1200 productores de caña de azúcar, de los cuales aproximadamente 400 de ellos tienen lotes adyacentes a cauces fluviales. Además, en la cuenca se encuentran siete comunas rurales, y dos intendencias: Monteros y Simoca.Materiales y métodosSe diseñó un mapa de actores (23) vinculados al proyecto de restauración de bosques ribereños de la cuenca, a partir de la información recabada en reuniones con funcionarios del gobierno provincial, salidas a campo con técnicos/as de las direcciones provinciales, consultas al personal de ciencia y técnica, y las entrevistas con pobladores y productores rurales.Se diseñaron entrevistas semi-estructuradas orientadas a indagar sobre las percepciones de los AS con respecto a SE, beneficios, perjuicios y compromisos a asumir (i.e., cambio de uso del suelo de agrícola a bosque). A través de informantes clave contamos con vínculos para poder realizar las entrevistas necesarias (24). Se realizaron 15 (quince) entrevistas. Se registraron datos demográficos como edad, género, máximo nivel educativo y socioeconómico, y lugar de residencia (25) y de algunas dimensiones de la estructura social agraria (superficie cultivada, tenencia de la tierra, mecanización, comercialización) (26). Para evaluar la valoración sobre la provisión de los SE y CNP del bosque de ribera por parte de las y los entrevistados se realizó previamente un listado de SE de los bosques de ribera siguiendo a Riis et al. (2020) (10) y mediante una escala de Likert se solicitó al/la entrevistado/a que asignará una categoría de las siguientes: nada, poco, algo, bastante, o mucho, según cómo consideraba que el bosque ribereño le aporta los mencionados SE. Un tercer bloque consulta acerca de los posibles perjuicios que pudieran ocasionar los bosques ribereños, y sobre las inundaciones y sus consecuencias. Por último, se consultó sobre la posibilidad de restaurar bosques, plantar árboles en la ribera y hacer un aprovechamiento productivo del bosque. Los datos cuali-cuantitativos se analizaron a través de estadística básica, mientras que los exclusivamente cualitativos se analizaron con análisis del discurso y siguiendo la teoría de las representaciones sociales (27) para obtener una aproximación a la estructura de la representación social de los conceptos indagados en los grupos sociales investigados. Los análisis cualitativos y de corpus textual se llevaron a cabo a través del software Iramuteq (28, 29, 30).ResultadosMapeo de actoresSe identificaron cuatro grandes grupos de actores: gubernamentales, académicos, productores y pobladores rurales, e industriales. Entre los gubernamentales se destacan principalmente direcciones que forman parte del Ministerio de la Producción (MP) de la Provincia de Tucumán. La Unidad Ejecutora para el Desarrollo Productivo (UEDP) es una dirección del ministerio que ejecutó un proyecto de mejoramiento del sistema de drenaje de la cuenca y tiene inserción territorial en el área a través de sus técnicos/as. Otros agentes de gobierno vinculados al proyecto son las comunas rurales y la intendencia de Simoca. Un actor externo para considerar es el ente financiador del proyecto de mejoramiento del sistema de drenaje ejecutado por la UEDP, y es el Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF). El CAF financió el proyecto de mejoramiento a través de una línea de crédito específica para adaptación al cambio climático, y si bien entre los objetivos de aquel proyecto no se incluyó la restauración de bosque de ribera, sí se incluyó una cláusula que establecía qué “por cada árbol que se extraiga con el trabajo de la maquinaria se deberán plantar otros tres” (comentarios de un funcionario provincial). También tiene vinculación con el proyecto, la Dirección de Flora, Fauna y Suelo (DFFyS), perteneciente al MP, a través de la aplicación de la Ley Nacional (26.331) y Ley provincial (8.304) de ordenamiento territorial y protección de bosques nativos, y a través del aporte de árboles producidos en el vivero provincial La Florida (dependiente de la DFFyS) y de la articulación con la Fundación YPF que también aporta árboles para la forestación de la zona. En ambas dependencias provinciales del MP se encuentran trabajando estudiantes y profesionales universitarios vinculados principalmente a dos facultades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT): la Facultad de Agronomía y Zootecnia (FAZ) y la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo (FCSNAT).El grupo de actores académicos incluye principalmente a personal de investigación de dos institutos de doble dependencia CONICET – UNT: El Instituto de Biodiversidad Neotropical (IBN) y el Instituto de Ecología Regional (IER). Además, participan de algunos aspectos del proyecto docentes-investigadores de la FCSNAT, del Jardín Botánico Horco Molle (dependiente de la FCSNAT), investigadoras y técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la Estación Experimental Famailla, y personal de la Fundación ProYungas.En grupo de actores rurales incluye a productores/as con tierras adyacentes a los cauces fluviales de la cuenca Balderrama. A través de entrevistas semiestructuradas se identificó que existen por lo menos dos grupos de productores en la zona, que podrían denominarse medianos y pequeños de acuerdo con la extensión de su superficie productiva (ver apartado siguiente). Por otro lado, se identificaron grandes productores en el área correspondientes ingenios azucareros. Estas industrias poseen extensiones de tierra de mayor superficie en la cuenca, principalmente con cultivo de caña de azúcar y emplean a trabajadores de localidades aledañas a la cuenca. Además, una de estas industrias vierte sus efluentes en uno de los arroyos de la cuenca según comentario de pobladores locales. Entre los actores identificados se incluyen a pobladores/as locales que viven en las cercanías de las riberas, y pobladores de localidades vecinas que visitan los ríos para realizar actividades recreativas, principalmente de pesca.Evaluación de percepciones sobre el bosque de riberaCaracterización demográficaDe las 15 personas entrevistadas, 9 producen algún tipo de cultivo, la gran mayoría caña de azúcar como su principal producción y cultivan en la zona desde la primera mitad del siglo XX, salvo tres casos más recientes. Se pueden distinguir dos grupos de productores/as según la localidad donde viven y la superficie cultivada. Un grupo posee entre 16 y 90 hectáreas cultivadas, y viven en la ciudad de San Miguel de Tucumán, capital de la provincia. El promedio de edad es de 66 años, son propietarias de la tierra y poseen nivel educativo superior (entre terciario y universitario). Una de las propietarias de este grupo cultiva también soja. El otro grupo, cultivan en una superficie de entre 0,1 y 5 hectáreas, viven en la zona rural, su nivel educativo varía entre primaria completa y no escolarizado, promedio de edad 66 años, la mayoría varones (5 de 7). La mitad de este grupo produce además hortalizas para consumo principalmente familiar, aunque una familia solía vender su producción en la feria local de Simoca. Alrededor del 57 % de este grupo son propietarios, mientras que el otro 43 % arrienda o está de “prestado”. Todas las personas de este grupo tienen o tuvieron animales domésticos de tipo ganado (vacas, chanchos), avícola (gallinas) o caballos. Entre las otras seis personas entrevistadas, tres son pobladores de la zona rural que no cultivan, dos son trabajadores de un ingenio azucarero y uno funcionario del gobierno provincial.Beneficios del bosque de riberaEl 80 % de las personas entrevistadas considera que el bosque de ribera provee beneficios. Entre los beneficios mencionados se pueden citar: “protección, leña” “leña, protege del viento, las raíces protegen de la inundación” “alimento para animales, sombra, aire” “sombra” “ataja el río” “toman agua los animales, leña” “protección del terreno, contención del río” “el beneficio es grande, defiende del río, de que no avance” “vendíamos arena” “era refugio para los animales” “frena el derrumbe de las tierras en el río, aluvión del cerro, da sombra, oxígeno, corta el viento, es productivo tener el monte cerca”.En cuanto a los SE y CNP, las personas enunciaron que el bosque de ribera provee mayormente beneficios de regulación, principalmente hídrica en términos de control de inundaciones, pero también en relación con control de la erosión, y filtrado de nutrientes y contaminantes hacia el río. En segundo lugar, los SE y CNP más ponderadas fueron las no materiales, como el rol del bosque de ribera como espacio de identidad cultural (sentido de pertenencia, costumbres, cultura), lugar para aprendizaje y relajación, y como lugar para experiencias físicas y mentales (principalmente pesca). Finalmente, los SE de aprovisionamiento y CNP de tipo material fueron las menos ponderadas. Sin embargo, entre las personas que habitan en las cercanías del bosque se evidenció una mayor utilización y valoración de SE de aprovisionamiento como la leña, la madera, arena y utilización del bosque como lugar para alimentación de los animales domésticos. La mayoría de las personas no considera que el bosque ribereño les provea de alimentos.Perjuicios e inundacionesEl 87 % de las personas entrevistadas manifestó que el bosque de ribera no provoca ningún perjuicio. Sin embargo, dos personas sí mencionaron posibles perjuicios del bosque, ambas correspondientes a trabajadores de la industria azucarera. Por ejemplo, un trabajador manifestó que el material vegetal del “monte produce riesgos de incendios” y otro expreso que “el monte obstaculiza callejones si está muy pegado”, haciendo referencia a que si el bosque está muy cerca de los campos de cultivo éste obstaculiza el paso de vehículos y maquinaria. El 80 % de las personas entrevistas manifestaron haber sido afectadas de alguna manera por inundaciones en la zona. Dos productores recordaron un evento fuerte de inundación entre los años 1983 y 1984. Durante este evento, el río Balderrama habría crecido en gran medida y el agua llego a algunas de las casas y se trasladaron a varias personas hacia otras zonas. Las demás menciones a inundaciones varían entre periodos más actuales, del año 2006 en adelante. Entre las consecuencias mayormente mencionadas de las inundaciones está el corte de los caminos rurales, el aislamiento de ciertas viviendas, el arrastre de animales por parte del río, la imposibilidad de ir a la escuela y problemas con la cosecha de la caña.Posibilidades de restauraciónEl 80 % de las personas entrevistadas manifestó creer que reforestar la zona ribereña sí ayudará a resolver el problema de las inundaciones. Entre quienes manifestaron que sí, una persona hizo mención del componente temporal aduciendo que “Sí, pero no inmediatamente, no a corto plazo”. Entre quienes dijeron que la reforestación no ayudará a resolver el problema de las inundaciones, las fundamentaciones incluyeron los siguientes argumentos: “No, ya hay arboles de más” y “No, el problema es la colmatación del dique”. Este último hace referencia al dique El Frontal de Termas del Río Hondo (Santiago del Estero).Todas las personas entrevistadas estarían dispuestas a que se planten arboles en sus lotes o en las zonas donde trabajan. Entre los beneficios que creen que generaría una forestación se mencionan: “protección para que no se inunde” “leña para el fuego” “sombra” “ayudaría a las plantas” “ayudaría a contener el río” “reforestar ayudaría al campo” “reforestando a largo plazo ayudaría, es positivo plantar. Nosotros estamos todos los días en el campo, no hay sombra donde comer, el monte nos da sombra y ataja el agua cuando llueve”. El 60 % de las respuestas incluyeron menciones a la contención de inundaciones. No obstante, una persona manifestó: “No ayudará si el río crece mucho, se llevará las plantas”. Finalmente, el 87 % de las personas entrevistadas expreso que le gustaría hacer un aprovechamiento productivo del bosque luego de forestar. En algunos casos se mencionó qué dependerá del tipo de arboles a plantar, ponderando positivamente la posibilidad de plantar Algarrobo, destacando el valor de su madera.DiscusiónEste estudio corresponde a un análisis preliminar de los distintos actores vinculados al proyecto de restauración de bosques de ribera de la cuenca productiva Balderrama y sus percepciones ambientales. Permite iniciar un proceso de inclusión de las miradas y conocimientos de estos distintos actores y su participación en el proyecto de RE en la cuenca. Estos dos últimos aspectos son parte de los estándares de RE recomendados por Gann et al. (2019) (14). Parte de los conocimientos adquiridos han sido importantes para definir los sitios piloto para la restauración del bosque de ribera y para la generación de un diagnostico de su situación socio-ecológica.El mapeo de actores permite tener una idea más clara y detallada de quienes tienen influencia en el proyecto y de sus vinculaciones entre sí. Un análisis posterior más profundo y que indague en las relaciones entre actores será importante para identificar actores clave y para conocer su grado de adhesión al proyecto (23). Para ello también se deberá avanzar en entrevistas a los demás actores vinculados.La mayoría de los actores entrevistados consideraron que el bosque ribereño contribuye mucho en su rol de regulador de las crecidas de los cauces fluviales y en el control de la erosión de los márgenes. A su vez, se evidencia que las inundaciones son una problemática que podría afectar a la mayoría de las personas en la región y de formas variadas comprometiendo no solo la productividad agrícola sino también la vida cotidiana de los pobladores locales. Todas las personas entrevistadas mostraron buena predisposición para la forestación de las riberas, aunque en algunos casos consideraron que la incidencia de la forestación en las inundaciones será a largo plazo. Estas apreciaciones son importantes para pensar estrategias de comunicación de los resultados del proyecto que aclaren que la RE podría amortiguar en parte las consecuencias de las inundaciones, pero que las mismas necesitan ser abordadas en forma integral que incluyan otro tipo de intervenciones. Por otro lado, los SE de aprovisionamiento o CNP materiales fueron en general poco valoradas por los diferentes actores. Sin embargo, pobladores y productores que habitan en las cercanías de las riberas han ponderado en mayor medida estos beneficios del bosque y este hecho deberá ser tenido en cuenta a la hora de pensar políticas de conservación de los parches boscosos que aún quedan en la cuenca.