BECAS
RODRÍGUEZ MONTIEL VÍctor Emiliano
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Qué vidas para el presente? Modos de leer lo (no) humano en la crítica argentina
Autor/es:
RODRIGUEZ MONTIEL EMILIANO
Lugar:
La Plata
Reunión:
Congreso; XI Congreso Internacional Orbis Tertius: ?Literaturas, artes y activismos: nuevas articulaciones?; 2024
Institución organizadora:
Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (CTCL, IdIHCS, UNLP-CONICET)
Resumen:
desde el 2020 a esta parte, en el terreno de la crítica argentina avocada al estudio de la literatura, el arte y la cultura argentina y latinoamericana, han aparecido cuatro libros que hacen de la idea de lo no humano (de los problemas a la vez teóricos y críticos que, al interior del pensamiento biopolítico, suscita la puesta en crisis de la noción moderna y occidental de lo humano) el fundamento de sus trabajos. Julieta Yelin, en Biopoéticas (2020), explora cómo ciertas escrituras latinoamericanas recientes, valiéndose de múltiples recursos de desubjetivación, crean “seres inclasificables”, “seres deshumanizados”, “en continúa transformación”, que “no remiten a ningún centro ordenador de la experiencia”. Gabriel Giorgi, en Las vueltas del odio (2020), analiza cómo al interior de ciertas instalaciones artísticas contemporáneas se exhibe, por intermedio de un rico “vocabulario biopolítico” (“negro”, “zombi”, “puto”, “feminazi”), un odio cuya operación principal es la de segregar –racial, sexual y genéricamente– lo humano de lo otro, de lo “menos-que-humano”, lo “ya-no-humano”. Fermín Rodríguez, en Señales de vida (2022), se centra en la literatura latinoamericana de fines del siglo XX y comienzos del XXI para leer “las mutaciones subjetivas” producidas por el neoliberalismo, las nuevas formas de vida precarias (cartoneros, niños sicarios, trabajadores sin techo) “donde lo más importante parece ser lo biológico, lo somático, lo sensorio-motriz, lo estético”, en una palabra: “la realidad biopolítica de lo corporal”. Y, por último, Florencia Garramuño, en La vida impropia (2023), explora e interroga algunas prácticas artísticas latinoamericanas contemporáneas que trabajan con formas de lo impersonal y anónimo, esto es, un tipo de experiencia irreductible “que viene a reemplazar la vida individual o subjetiva, exponiendo una preocupación por lo viviente que ya no se reduce a la preocupación por la vida de un sujeto, de un pueblo, o de una comunidad; no se reduce ni siquiera a la noción misma de vida humana”. Se trata, como vemos, de una preocupación común que, lejos de ser una coincidencia coyuntural (motivada, podríamos pensar, por la pandemia), viene a consolidar un enfoque crítico de largo aliento, propiciado ya en trabajos anteriores (Garramuño, 2015; Giorgi, 2014; Rodríguez, 2007; Yelin, 2015). Leyéndonos al interior de sus derroteros personales, pero también en su conjunto como forma de intervención ética y política en los debates contemporáneos sobre el valor –y la definición misma– de lo literario, me interesa, en primer lugar, analizar las razones de esta elección teórica (los motivos creativos e imaginativos que llevan a esta decantación); en segundo lugar, me interesa detenerme en los subrayados –los énfasis– de cada caso (tanto para señalar consonancias conceptuales –por ejemplo, en relación al concepto de vida–, como para poner de relieve las singularidades formales de cada modo de leer); y, por último, los valores o convicciones que se ponen en juego en cada operación de lectura.