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Signología nerviosa central en un bovino asociado a un caso de Leucosis Bovina. La leucosis bovina enzootica, es una enfermedad producida por un retrovirus, que provoca una infección persistente en una población de linfocitos B, integrándose como provirus al ADN de la célula huésped. La infección se produce por la trasmisión de linfocitos infectados de un animal a otro, principalmente a través de la sangre, ya sea por parásitos hematófagos o por iatrogenia. La enfermedad puede adoptar diferentes presentaciones: sólo el 5% de los infectados desarrollan la forma clínica de linfosarcoma (con o sin leucemia), el 30% desarrolla linfocitosis persistente (de gran importancia epidemiológica) y el 65% restante de los animales solamente son seropositivos, sin neoplasias y sin linfocitosis persistente. Solo la primera presentación es clínicamente detectable, siendo los lugares más corrientes de infiltraciones neoplásicas los nódulos linfáticos, corazón y abomaso. Caso Clínico: Se solicita el servicio del Hospital de Salud Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNL, para la atención a campo de una hembra bovina, raza Holando Argentino, de 8 años de edad. Según la anamnesis el animal había comenzado con los signos clínicos 5 días atrás; presentaba deambular en círculos hacia el lado izquierdo, con la oreja caída y la lengua protruida de manera ipsilateral. El cuadro avanzó tornándose bilateral, hallándose el animal en estado de estupor, con una leve rigidez de los músculos maseteros y la lengua totalmente protruida y fláccida. Se realizó tratamiento con antiflamatorios (metaglumine de flunixin) y complejo vitamínico B, sin respuesta positiva. Frente a la sospecha de encontrarse ante un caso de listeriosis se deriva el paciente para el diagnostico pertinente. Al arribar al establecimiento se produce la muerte del animal por lo que se decide la realización de la necropsia del mismo. En la misma solo se observan lesiones de importancia cuando se procede a la apertura de la calota craneana, hallándose protrusión de la masa encefálica, congestión de los vasos y un substancial aumento del líquido céfalo-raquídeo. Retirado el encéfalo deja al descubierto una masa de consistencia gelatinosa, con sectores amarillentos y otros blanquecinos, edematosa en la periferia y más dura en el centro, con prolongaciones que afectan la hipófisis y la primer porción medular. Se remitieron muestras de sangre (extraída previo a la muerte del animal) y líquido cefalorraquídeo al laboratorio de análisis clínico. Además se tomaron muestras para estudios histopatológicos en formol buferado al 10%. El hemograma revelo, además de una leve leucocitosis con linfocitosis y monocitosis, presencia de linfocitos atípicos con núcleos gigantes y escaso citoplasma vacuolado. El LCR mostro color amarillo pajizo de aspecto turbio, con un importante aumento de las proteínas (160,8 gr/dl) y del recuento celular (2.200 cel/mm3) con predominio de mononucleares, siendo además las pruebas de Pandy y None Appel positivas. Por último el estudio histopatológico de la masa hallada revelo una marcada proliferación de células atípicas, con grandes núcleos hipercromáticos prominentes y escaso citoplasma, que infiltra un ganglio nervioso, confirmando el diagnóstico de leucosis bovina En el caso presentado se observa un lugar poco habitual de infiltración neoplásica en dicha patología. Esto pone en manifiesto la variedad formas clínicas observadas en esta enfermedad, lo cual puede complicar el diagnostico. Considerando que sólo alrededor del 5% de los infectados desarrollan linfosarcomas, se pone en evidencia la necesidad de realizar estudios serológicos para la detección de la totalidad de los animales infectados. Estudios realizados por algunos autores en nuestro país han puesto de manifiesto prevalencias promedio entre 20-30% en rodeos lecheros (1,2). De esta manera resulta importante tomar conciencia y trabajar en el control de esta enfermedad que produce importantes pérdidas económicas.

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