INVESTIGADORES
DE MAURO RUCOVSKY Martin Adrian De Mauro
congresos y reuniones científicas
Título:
EL GÉNERO COMO FORMA DE VIOLENCIA
Autor/es:
DE MAURO MARTIN ADRÍAN
Lugar:
CÓRDOBA
Reunión:
Congreso; 1° CONGRESO INTERDISCIPLINARIO SOBRE GÉNERO Y SOCIEDAD; 2009
Institución organizadora:
PROGRAMA INTERDISCIPLINARIO DE ESTUDIOS DE MUJER Y GÉNERO, PROGRAMA DE GÉNERO DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA, UNC
Resumen:
A continuación, indagaremos la categoría género como dispositivo performativo estético y político. Entendiendo por ello, un complejo entramado de efectos corporales atravesado por pares dicotómicos virtual/real, ficcional/literal, natural/social, cultural/político. Partiremos de la fructífera polisemia (y diseminación) del significante género, mediado en la frontera entre lo natural y lo artificial (organismo y máquina), acaso injertos biomédicos de testosterona sobre prístinos cuerpos vírgenes, acaso frontera ambigua entre la efímera ciencia ficción y la opaca densidad de lo real. Asumimos como propia la tarea de aportar a una práctica crítica que haga justicia a los movimientos sexuales y sociales, y en simultáneo una búsqueda de la corporalidad como carácter específico y referencial del / lxs sujetxs políticxs. El ‘ideal regulatorio’ que guía el presente surge de la insistencia al preguntarnos ¿Qué pasa con el cuerpo? y siguiendo a D. Haraway en ello ¿Por qué deberían nuestros cuerpos terminar en la piel o incluir, en el mejor de los casos, otros seres encapsulados por la piel?. . Con ello nos abocaremos a re-escinificar el vínculo sexo-género dando por supuesto que el sexo no es una categoría que puede reducirse a atributos fisiológicos, anatómicos o físicos en sentido amplio. A partir del régimen biopolítico y biotecnológico denominado por Beatriz Preciado Era farmacopornográfica podemos decir que el sexo será un objeto de gestión polítca de la vida, sobre todo porque esa gestión se realiza a través de las nuevas dinámicas del tecnocapitalismo avanzado. Lo mismo ocurre con el “género” concebido desde una economía política de flujos incesantes, un enorme flujo de hormonas, silicona, textos y representaciones, de técnicas quirúrgicas... en definitiva un tráfico constante de biocódigos, de inscripciones y marcaciones. El género es entendido como una construcción, un ‘proceso biotecnológico’ o porque no ‘tecnologías del género’, donde el desafío de este concepto deviene la posibilidad de intervenir en esa misma construcción, es decir desafiar aquellas representaciones somáticas que ‘pasan’ por naturales y otras, en cambio, no. En otros términos se trata de la crítica (como desafío político identitario) al propio aparato de producción de la verdad del complejo sexo-genérico. Este artículo trata entonces de un doble propósito. Por un lado, analizar el tejido discursivo de la categoría género como acto estético performativo del cuerpo y la corporalidad a partir de la Hipótesis de Selección Sexual entendiendo por ello enunciados-expresiones performativas ilocutorias que realizan cierta acción y ejercen un poder vinculante sobre el cuerpo. En este aspecto, los enunciados estéticos biológicos son considerados expresiones performativas sobre el cuerpo y la corporalidad. Lo que significa que aquellos actos de habla dan vida a lo que nombran. Es decir, la vinculación entre esquemas estéticos sociales hegemónicos, habitus incorporados, saberes dominantes, prejuicios perceptivos y sensitivos compartidos por lo que a la corporalidad biológica y reproductiva hace y realiza como discurso de poder. Estamos frente a un dispositivo que entiende, realiza y concibe al cuerpo como instrumento bello desde patrones perceptivos de armonía, simetría, proporción, etc siendo estos indicadores de atributos naturales y reproductivos. Por otro lado, el presente trabajo también se propone analizar las nomenclaturas ontológicas y políticas del cuerpo en lxs sujetxs políticos de los distintos movimientos sexuales. Apostando a la performatividad del género y a la ontología política presupuesta, se pretende abandonar la noción de ‘diferencia sexual’ asentada sobre bases biológicas naturalistas (‘Mujer’, ‘Gay’, ‘Hombre’, etc) que puedan legitimar la acción política, tal como bien lo señala Beatriz Preciado: ‘Lo que importa no es la ‘diferenciación sexual’ o la diferencia de lxs homosexuales’, sino las multitudes queer. Una multitud de cuerpos: cuerpos trangéneros, hombres sin pene, bolleras lobo, ciborgs, femmes buthchs, marcias lesbianas…La ‘multitud sexual’ aparece como el sujeto posible de la política queer’. . Desde aquí en adelante abordaremos el cuerpo y la corporalidad en relación al sujeto político de los movimientos sociales y al devenir de la multitud (léase pluralidad-diversidad) de cuerpos propuestas desde las teorías queer. Lo que nos interesa, será entonces la producción de una subjetividad política descentrada, plural y de agenciamientos colectivos varios, donde el cuerpo no es una materia pasiva sino una interface tecno-orgánica, un sistema híbrido tecnovivo y por lo mismo segmentado al modo de un dispotivo atravesado según diferentes modelos (textuales, informáticos, bioquímicos, médicos, legales, estéticos, etc, etc).