Los efectos “no deseados” del extractivismo. Desigualdad social, derechos humanos y represión

MARIANELA SCOCCO

Curso Acelerado: el Extractivismo hace docencia

Último Recurso

Año: 2024; p. 83 - 89

Desde la época de la conquista española hasta la actualidad, a América Latina se le impuso el rol de proveedora de bienes comunes naturales, mediante la explotación intensiva de la naturaleza como estrategia de acumulación y como si fuera un destino indiscutible. De esta forma, desde los comienzos de la conformación del Estado nacional, la inserción de Argentina en la división internacional del trabajo se constituyó como país proveedor de materias primas agropecuarias. Resultado del actual sistema agroalimentario global, por el saqueo extractivista, salen desde Argentina y en especial desde la provincia de Santa Fe, grandes cantidades de bienes naturales disfrazados de commodities, llevándose la riqueza de nuestros suelos y aguas y el plusvalor de nuestros pueblos. Producto de estas actividades, la calidad de vida de muchas personas empeora y se produce la expulsión de cientos de miles de personas por falta de trabajo, contaminación, enfermedades, represión a las denuncias y resistencias, con la violación de sus derechos que eso implica. Así, producto de esos desplazamientos y de la falta de trabajo formal e informal, se acrecienta dramáticamente en nuestra zona la mal llamada “inseguridad”, vinculada a los negocios de las drogas ilegalizadas y las armas. De esta manera, resaltamos los vínculos que podemos establecer entre el modelo productivo extractivista con los procesos de vulneración de derechos que sufren las personas que se ven expulsadas por ese modelo.