INVESTIGADORES
PERCZYK Cecilia Josefina
capítulos de libros
Título:
Lýssa, la bacante de Hades
Autor/es:
CECILIA J. PERCZYK
Libro:
Miradas y saberes de lo monstruoso
Editorial:
Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género/ Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras
Referencias:
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2011; p. 49 - 57
Resumen:
En el presente trabajo estudiaremos la forma en que se manifiesta textual y dramáticamente, desde el discurso y desde la puesta en escena, la figura mitológica de Lýssa que encarna la Locura y sus efectos en Heracles de Eurípides, haciendo hincapié en la importancia que reviste lo femenino en esta presentación trágica. Se partirá de dos ejes fundamentales, por un lado, la animalización ?bestial? del personaje, por otro, el ritual báquico como manifestación femenina del descontrol. En la tragedia euripidea, mientras Heracles se encuentra realizando uno de los famosos doce trabajos (el descenso a los Infiernos en busca de Cerbero), Lico se apodera del trono de Tebas, tras derrocar a Creonte, y pretende asesinar a la familia del héroe. Inesperadamente aparece Heracles y una vez al tanto de la situación, intenta restablecer el orden en la ciudad pero enloquece por obra de Lýssa, enviada de Hera, y mata a su esposa e hijos. Cuando vuelve en sí gracias a la intervención de Atenea, Heracles decide suicidarse pero aparece Teseo y lo convence de no hacerlo y de que lo acompañe a Atenas. Lýssa se introduce en el pecho del héroe y lo lleva a cometer el filicidio. Heracles está poseído por un daímon: se trata de la presencia de un otro en sí mismo, este otro es una mujer. Se trata de una realidad mítica que se manifiesta al mismo tiempo dentro y fuera del hombre e incluye varias instancias en una sola: el hombre y el crimen que cometió, las motivaciones psicológicas y sus consecuencias, el miasmós y el castigo. Lýssa personifica en Grecia Antigua la furia en la guerra y la ira frenética. Y otra de sus formas es la Locura producida por la rabia que la lleva a su asociación con los perros. Respecto de esta forma contamos con una representación de una escena trágica en la cual aparece Lýssa con una cabeza de perro sobre la suya incitando a los animales a matar a Acteón . Cabe aclarar que el estudio del recurso de la animalización, esencial para relevar la indisciplina que supone el abandono de la razón ?masculina? y civilizadora, nos llevará a abordar el tratamiento de los personajes en clave de monstruosidad y con este método establecer de qué manera se articulan los conceptos de Locura y muerte. Por otra parte, el poeta articula el exceso de violencia que implica la Locura en la imagen del ritual báquico. Lýssa hará que su víctima, Heracles, mueva violentamente su cuerpo al son de la flauta como en una bacanal. Pero se trata una bacanal particular porque es un ritual relativo a Hades, el dios de la muerte. De hecho Lýssa busca la sangre y no el vino. De modo que si bien la muerte está presente a lo largo de toda la obra, es en este episodio donde queda asociada con el ritual báquico. Puesto que se trata de una divinidad femenina y como tal se vincula con la muerte como poder de destrucción que es capaz de aniquilar al hombre y no como un estado diferente de la vida, asociado con las figuras masculinas en el imaginario griego.