BECAS
LUIS Natalia Mabel
congresos y reuniones científicas
Título:
Red vial y turismo de montaña. Mendoza en las primeras décadas del siglo XX
Autor/es:
BIANCHI, PABLO; LUIS, NATALIA
Reunión:
Congreso; XVIII ENCUENTRO DE GEOGRAFÍAS DE AMÉRICA LATINA - EGAL VIII CONGRESO NACIONAL DE GEOGRAFÍA DE UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA; 2021
Resumen:
Marc Boyer (2002) sostiene que el turismo moderno constituye una adquisición cultural, y sigue procesos de ?invenciones de distinción? que crean prácticas, comportamientos y lugares de turismo; seguidos de una difusión por imitación. A fines del siglo XIX y principios del XX, esta concepción del turismo se amplió en Europa, abarcando estratos mayores de la población, facilitado por la sanción de leyes de vacaciones pagas, que permitían a las clases trabajadoras disponer de cierto tiempo de descanso (Pastoriza, 2011). Las prácticas turísticas están relacionadas ineludiblemente con las vías de comunicación, necesarias para trasladarse hacia los lugares elegidos. Estas han ido modificándose al tiempo del desarrollo de los medios de transporte y de la infraestructura necesaria para movilizarlos. Las vías de comunicación terrestres (calles, rutas, puentes) son esenciales para la vida de la población, tanto para el intercambio comercial, como para el flujo de personas e ideas. Para Mendoza, provincia asentada al pie de la cordillera de Los Andes, última antes de la frontera con Chile en el camino Buenos Aires-Santiago, y alejada de la capital nacional y del puerto atlántico, fue una preocupación central el desarrollo de caminos y la implementación de medios de transporte (entre los que en un primer momento destacó el ferrocarril) para garantizar la comunicación intra-provincial, y de Mendoza con otras provincias y con Chile. Entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX destacó la complementariedad entre los caminos y el ferrocarril. De hecho, el desarrollo de las carreteras estuvo dirigido hacia las estaciones ferroviarias, de las cuales partían y llegaban mercancías y personas (Ley Mitre, 1907). Durante las primeras décadas del siglo XX, la política vial en Mendoza estaba a cargo de la Dirección de Puentes y Caminos, dependiente del Ministerio de Obras Públicas (había sido creada por la Ley provincial nº 393 de 1907). La agencia estatal tenía una estructura mínima y su objetivo era mantener la red caminera existente. No se contaba con reglamentación sobre el trazado de las arterias, regulación y ordenamiento de tránsito, forestación a la vera de los caminos, toma de agua para su conservación. Durante la década de 1920 se fue profesionalizando. Además, a lo largo de las primeras décadas del siglo XX el desarrollo de nuevas tecnologías para la construcción de caminos y puentes avanzó notablemente. Nuevos materiales y sistemas produjeron avances significativos en la construcción y reparación de las vías comunicacionales (adoquinados, estabilizados (macadam), pavimentos (asfalto), entre otros) (Luis, 2021). Años después, en 1933 se creó la Dirección Provincial de Vialidad, siguiendo el modelo nacional (Sanción de la Ley Nacional de Vialidad y creación de la Dirección Nacional de vialidad ? Ley nacional 11.658 de 1932) (Raffa y Luis, 2020).Al mismo tiempo, en la década del ?20 en Mendoza (y en Argentina en general) creció significativamente el parque automotor llevando a una transformación de la vida urbana (Giucci, 2007: 16). De hecho, la irrupción del automóvil como medio de transporte, generó grandes transformaciones que tuvo como resultado innumerables cambios tanto a nivel sociocultural como en términos político-económicos (Paterson, 2007; Wollen & Kerr, 2002. En: Gruthevsky, 2020). En relación con las prácticas turísticas es posible observar que, si bien durante el siglo XIX el ferrocarril cumplió un papel fundamental como medio de movilidad, esta realidad se fue modificando a partir de la llegada del transporte automotor (Booth, 2011, 2013 a y b), lo cual trajo aparejado no solo modificaciones a nivel urbano como arriba mencionamos, sino también en relación con las vías de acceso a lugares de ocio emplazados en las primeras estribaciones de la cordillera de los Andes en Mendoza. En este sentido, se considera que el desarrollo de la red vial jugó un papel fundamental, produciendo modificaciones en las prácticas turísticas.Diversos autores en Latinoamérica y Argentina han dado cuenta de la relación entre la infraestructura vial y las prácticas turísticas (Booth, 2013 a, 2013b; Errázuris, 2016; Piglia, 2014 y 2018; Pastoriza y Piglia, 2017). Debe destacarse que, en este contexto, donde las prácticas turísticas modernas situaban a las carreteras en el centro de la escena, el automotor ?estaba llamado a desempeñar un rol capital en el incremento del turismo? y era considerado ?un elemento insustituible para el tiempo libre?, según apunta Ospital (2005). En Mendoza encontramos el aporte de Bianchi (2020) y de este autor con Villalobos (2019 y 2020), quienes aluden a los efectos de la modernización en la cordillera mendocina, considerando por una parte sus consecuencias materiales, pero también en las prácticas propias del ocio y el turismo termal. Además, el trabajo de Raffa y Luis (2020) da cuenta cómo los caminos para el turismo y para el transporte de la producción agrícola mendocina se multiplicaron en una operación de modernización territorial que caracterizó a la acción conservadora de los años treinta. El trabajo de Lacoste (1998) se considera señero en esta línea de investigación. No obstante, no hay trabajos recientes en Mendoza que hagan referencia a la relación entre la red vial y las prácticas turísticas a comienzos del siglo XX, aspecto que el presente trabajo pretende comenzar a abordar.En este marco, el objetivo de esta ponencia es analizar las modificaciones producidas en las prácticas turísticas de montaña a partir de la construcción de nuevos caminos, la ampliación y mejoramiento de los existentes, y ambos en relación con la extensión del uso de transportes automóviles en Mendoza. Sostenemos como hipótesis que la extensión del uso del transporte automotor y el desarrollo y extensión de las vías de comunicación durante el periodo, habrían generado modificaciones relacionadas con las prácticas turísticas de la población. Para llevar a cabo el trabajo utilizamos un corpus documental diverso que está integrado principalmente por fuentes primarias. Tanto documentación gráfica (imágenes y planos), como documentos esgrimidos desde la esfera del poder ejecutivo (Archivo Histórico de Mendoza y Biblioteca Pública General San Martín), artículos de diarios y revistas aparecidos en el arco temporal definido (Biblioteca Pública General San Martín); guías turísticas locales y nacionales, memorias del ministerio de Industria y Obras Públicas (Biblioteca de Autores locales, BPGSM y Archivo General de la Provincia) y, finalmente, anuarios estadísticos (Archivo de la Dirección General de Estadísticas). Por medio de estos documentos es posible analizar el discurso de la elite gobernante, las políticas públicas y prácticas turísticas propuestas y las obras efectivamente implementadas.