BECAS
GUZMAN Leticia Ana
congresos y reuniones científicas
Título:
ECOSISTEMAS RESIDUALES Y NEOECOSISTEMAS EN EL PERIURBANO DE VILLA MARÍA
Autor/es:
GUZMÁN LETICIA ANA; ROBLEDO MICAELA; GALANTI BRISA; MERCADO MARÍA PAULA; FURLAN MARÍA LUCRECIA
Lugar:
Villa María
Reunión:
Jornada; 3er jornada nacional de agroalimentos y sustentabilidad; 2023
Institución organizadora:
Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas. Universidad Nacional de Villa María
Resumen:
La construcción territorial es la confluencia de las realidades sociales y su articulación con el espacio geográfico. En este sentido, el periurbano es un espacio de transición urbano-rural. En él se desarrollan actividades vinculadas a los desplazamientos de la ciudad y el campo, posibilitando la recuperación de la naturaleza. Villa María, está ubicada en el distrito del Algarrobal, en la ecorregión del Espinal, presentando una gran pérdida de su estructura vegetal, suplantada por agricultura extensiva en su gran mayoría. Asimismo, la localidad cuenta con una pendiente baja a nula que, combinada con las altas precipitaciones en cortos períodos de tiempo, lleva a anegamientos y lentos escurrimientos superficiales. En este sentido, el conservar la vegetación nativa aporta al retardo de las gotas que van hacia el suelo gracias al follaje. Además, la estructura vegetal permite la absorción del agua por medio de las raíces.Morello y Matteucci (2001) analizaron las nuevas estructuras, las cuales se identificaron dentro del periurbano de Villa María. Guzmán (2019) describe 18 tipos de usos del suelo, que posteriormente en Guzmán, Zulaica y Mizdraje (2021) describen la presencia de 5 estructuras: neohumedales, neoredes de escurrimiento superficial, neosuelos, ecosistemas residuales (donde la composición de las especies vegetales, la dominancia y estructura vertical son similares a las originales) y neoecosistemas (aquellos con vegetación exótica y nativa).La propuesta buscó identificar la diversidad vegetal presente en el periurbano de Villa María. La metodología utilizada fueron relevamientos en campo de tipo exploratorio para el reconocimiento de la fisonomía y especies vegetales presentes, con georeferenciación. Posteriormente, se pasó a la sistematización y digitalización de datos con Google Earth Pro y QGis 3.16.5. para la cartografía temática y la conformación de un catálogo de especies.Como resultados, se han logrado identificar exitosamente entre 30 y 50 especies, de las cuales se han encontrado tanto nativas como exóticas. Algunos de los árboles nativos mayormente observados fueron: Chañar (Geoffroea decorticans), Espinillo (Vachellia caven), Espinillo negro (Vachellia astringens) y Tala (Celtis ehrenbergiana). Entre los árboles exóticos se han identificado Paraíso (Melia azedarach), Siempre verde (Ligustrum lucidum), Falsa mora (Broussonetia papyrifera) o Mora (Morus alba). En tanto arbustos o hierbas algunos catalogados fueron: Palo amarillo (Aloysia gratissima), Chaguar (Deuterocohnia longipetala), Romerillo (Baccharis aliena), Duraznillo (Cestrum parqui), Malvavisco (Sphaeralcea bonariensis), Paja fina (Nasella tenuissima) y Amor seco (Bidens pilosa).Como conclusiones preliminares, los ecosistemas residuales tienen una mayor representación en la ribera del río, pero su conectividad con los pequeños parches de Espinal son nulos, identificando que su distribución, tamaño y distancia los posiciona como islas en medio de usos productivos o urbanos. Los neoecosistemas, presentan la potencialidad para la recuperación de nativas, siempre que no ingresen animales o exóticas invasoras. Además, se cuenta con estructuras de bosque abiertas que posibilitan el desarrollo de una alta diversidad de los estratos bajos de pastizales. Lo relevado en su totalidad es de propiedad privada, lo que lleva a reflexionar sobre la responsabilidad de la gestión ambiental para la articulación público-privada en pos de la conservación.