INVESTIGADORES
GARCIA LOPEZ Daniel Alfredo
capítulos de libros
Título:
¿Cuán homólogo es el esqueleto entre diferentes vertebrados?
Autor/es:
GARCÍA LÓPEZ, DANIEL ALFREDO
Libro:
Sistemática y filogenia de los vertebrados, con énfasis en la fau-na argentina. Tercera edición
Editorial:
Editorial independiente
Referencias:
Lugar: San Miguel de Tucumán; Año: 2018; p. 78 - 78
Resumen:
El esqueleto de los vertebrados ha recibido mucha atención incluso desde antes del desarrollo del concepto de evolución. Este hecho se vio acentuado por el buen potencial de preservación de la mayor parte de los tejidos esque-letarios (a excepción del cartílago) y la propiedad del de los mismos de refle-jar importantes aspectos funcionales y fisiológicos del animal.En lo que respecta al origen y evolución temprana de los cuatro Tejidos Esqueletarios Principales (TEP) -es decir, cartílago, dentina, esmalte y hueso- existen principalmente dos puntos de vista opuestos referentes a su aparición en los grupos basales de vertebrados. La primera postura establece que, a pesar de que los esqueletos primitivos de vertebrados muestran una amplia variedad de tejidos que son difíciles de clasificar, los tipos principales emergieron tempranamente en la filogenia de vertebrados y, por lo tanto, el espectro completo de tejidos esqueletales se explica con los TEP. La postura opuesta sugiere que la evolución temprana del esqueleto mineralizado impli-có un lapso de plasticidad y ?experimentos evolutivos? y que los TEP no emergieron hasta tiempo después (Donoghue et al., 2006).La información que brindan las formas actuales de vertebrados es críptica en cuanto a la evolución del esqueleto y los TEP. Los ?agnatos? actuales, es decir, mixines y lampreas, solo presentan unas pocas estructuras cartilagino-sas no mineralizadas. Por otra parte, los vertebrados más basales con tejidos esqueletales mineralizados ?tiburones y peces óseos basales- poseen un esqueleto que, más allá del detalle, es similar al de otros taxones más deriva-dos dentro del grupo. Sin embargo, por su posición filogenética los ?agnatos? fósiles se ubican como intermedios entre estos ?grados de esqueletización?. Estos grupos de la parte baja del Paleozoico presentaban escudos dérmicos cefalotorácicos, sumados a elementos de endoesqueleto. Estos elementos presentaban en algunos casos hueso acelular, mientras que en otro ya se observaba hueso celular asociado a dentina, como antecedente de la apari-ción del módulo de desarrollo odontoide, expresado en primera instancia asociado al viscerocranium. A partir de la evolución posterior de estructuras como las mandíbulas la adaptación de tejidos esqueletales surgió en respues-ta a nuevas demandas ambientales, utilizando la propiedad de las células esqueletales primordiales (escleroblastos) de modular sus actividades sinté-ticas en diferentes caminos de desarrollo.Esta diversidad temprana en formas fósiles y asociada a un alto grado de homología respecto a grupos actuales ha llevado a varios autores a volcarse por el primer escenario evolutivo, considerando que los TEP pueden identifi-carse para toda la variación de tejidos que se documentan en vertebrados basales fósiles (Hall, 2005; Donoghue et al., 2006). Entonces, aunque los tiempos de aparición filogenética de diferentes tejidos esqueletales es discu-tida aún, se ha concluido que los TEP se establecieron tempranamente en la filogenia de los vertebrados.