INVESTIGADORES
EZPELETA Miguel
congresos y reuniones científicas
Título:
La Formación Los Llanos: una unidad clave en la evolución del antepaís fragmentado y en la discusión tectónica vs. Paleoclima.
Autor/es:
DÁVILA, F. M., ASTINI, R.A. Y EZPELETA M.,
Lugar:
San Luis
Reunión:
Congreso; X Reunión Argentina de Sedimentología; 2004
Resumen:
La Formación Los Llanos está constituida por una sucesión aluvial, representada por un episodio fluvio-eólico, sucedida por una secuencia de paloesuelos compuestos que afectan material parental aluvial de diferentes gradientes. Si bien esta unidad se conoce desde hace casi 100 años, su posición estratigráfica e interpretación paleoambiental resultan aún inciertas. Solapa dentro de la región pampeana a diferentes sustratos, reconociéndose relaciones estratigráficas tanto discordantes con unidades del Paganzo, como no-concordantes con el basamento. Los registros fosilíferos mejor documentados la ubican en el Mioceno Medio, aunque posiblemente se trate de una unidad diacrónica, fuertemente controlada por la interacción entre el paleoclima y la tectónica, que a su vez indujeron tasas de sedimentación reducidas como lo sugieren sus facies sedimentarias. El análisis sedimentológico de detalle (véase, Ezpeleta et al., este volumen) permite diferenciar un Miembro Inferior, donde interactuaron procesos fluviales y campos de dunas eólicos de gran desarrollo, de un Miembro Superior, caracterizado por la recurrencia de paleosuelos que se amalgaman generando el intervalo calcáreo cuspidal, tan característico de esta unidad. El análisis composicional de los escasos niveles gravosos intercalados indica un predominio de clastos de metamorfitas y granitoides provistos por exposición de basamento. Esto implica que la exhumación estuvo controlada por deformación de corteza cristalina de baja temperatura, posiblemente controlada por deformación de zócalo. En localidades donde se apoya directamente sobre basamento se observan espesos mantos de meteorización con desarrollo de regolitos in situ, evidenciando escaso gradiente. La interacción de cargas tectónicas a partir del alzamiento de bloques de basamento genera sedimentación dominantemente conglomerádica en contextos de bolsones, en cuencas de antepaís fragmentadas (Dávila y Astini, 2003). Estas condiciones no son propicias para la generación ni preservación de paleosuelos que, además, reflejan una cierta estabilidad del paisaje en condiciones de escaso gradiente topográfico. De acuerdo con las evidencias presentadas en esta contribución y la acompañante (véase Ezpeleta et al., este volumen), la Formación Los Llanos constituye un caso único de sedimentación condensada, asociada a deformación de zócalo. Una posibilidad es que su génesis, se vincule con flexión y alzamiento de sustrato cristalino, compatible con situaciones propias de antepaís distal o de cuencas intracratónicas. El hecho de que la asociación de paleosuelos (Miembro Superior) se apoye sobre facies fluvio-eólicas (Miembro Inferior) a ambos lados de la sierra de Los Llanos y sobre Pérmico y basamento cristalino en las regiones axiales de algunos altos de basamento (e.g., Sra. Brava) implican que, al menos, un episodio de levantamiento y exhumación suave ocurrió entre ambos miembros. Esto asimismo, explica la mayor distribución areal del Miembro Superior con paleosuelos. No obstante, dada la magnitud del salto estratigráfico, cabe la posibilidad que esta deformación se asocie a un arqueamiento cortical (tectónica vertical), que a una tectónica de corrimientos de zócalo. La escasez de materiales gravosos e inexistencia de depósitos de flujos gravitacionales, junto a las evidencias de depositación en zonas de llanura de inundación afectadas por reiterada pedogénesis, indican que la Fm. Los Llanos se depositó en regiones alejadas de un frente orogénico. La superposición de paleosuelos con etapas intermedias de erosión y decapitación, implican reducidas tasas de aporte, buenas condiciones de drenaje, y periódica exposición subaérea. Estas son condiciones que caracterizan a regiones de antepaís alejadas de zonas de aporte compatibles con una depozona de domamiento periférico (cf., DeCelles y Giles, 1996). Una sucesión similar con reiterados episodios de formación de paleosuelos amalgamados ha sido recientemente descripta en el antepaís boliviano (DeCelles y Horton, 2003). Cabe destacar que si bien el control bioestratigráfico no permite ajustar inequívocamente la posición cronoestratigráfica de esta unidad, los potenciales equivalentes estratigráficos ubicados tanto al oeste (en Famatina) como hacia el noroeste (en Sierras Pampeanas Noroccidentales) implican el desarrollo de depozonas sinorogénicas con mayores tasas de sedimentación y depósitos más gruesos compatibles con situaciones más típicas de antefosa. Por esta razón, se interpreta a la Fm. Los Llanos como un intervalo condensado desarrollado en la región externa del orógeno andino central con antelación a la fragmentación, ocurrida a fines del Neógeno. Esto permite explicar la distribución actual de la unidad y su yacencia, alternativamente sobre basamento, unidades rojas de la cuenca de Paganzo y posiblemente sobre Cretácico en regiones más localizadas. Del análisis sedimentológico-estratigráfico se deduce un importante cambio paleoclimático evidenciado por el contraste entre paleosuelos silíceos y los calcretes que cubren a las eolianitas. Este podría coincidir con un cambio de condiciones climáticas áridas a condiciones más húmedas, registrado en otras regiones del oeste argentino (Starck y Anzótegui, 2001; Dávila y Astini, 2003), lo que junto a los registros paleontológicos documentados en las sierra de los Llanos, señala al Mioceno Medio como la alternativa más firme para su generación. Si bien dicho cambio paleoclimático ha sido tradicionalmente asociado al alzamiento de barreras climáticas, coincidentes con un periodo de intensa deformación y alzamiento en la Cordillera de los Andes (Jordan et al., 1997), en la región del antepaís estudiado dicho episodio no habría producido importantes efectos de estructuración y alzamiento de barreras topográficas. En consecuencia, esta variación podría vincularse con eventos globales, como el óptimo climático (e.g., Zachos et al., 2001) ocurrido en dicho lapso, y que a ha sido vinculado con la alteración y enriquecimiento supergénico de los cobres porfíricos de Chile (e.g., Alpers y Brimhall, 1988). De comprobarse una edad Miocena Media para la Fm. Los Llanos, el cambio paleoclimático registrado en dicha unidad constituiría la primera evidencia a favor de un control global por sobre los fenómenos de restricción topográfica sugeridos como principal causa más al O. En coincidencia con los datos sedimentológicos provistos por la Fm Los Llanos, la historia de alzamiento de las sierras de Córdoba (Jordan et al., 1989) indica una exhumación de bloques de basamento, desde el Mioceno y más acentuadamente a partir del Plio-Pleistoceno.