INVESTIGADORES
EZPELETA Miguel
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTRUCTURAS HORIZONTALES ENIGMÁTICAS DE LA FORMACIÓN LOS LLANOS, CRETÁCICO SUPERIOR, LA RIOJA
Autor/es:
PACHECO TORRADO C.; EZPELETA M.; FIORELLI, LUCAS E.
Lugar:
Paraná
Reunión:
Congreso; VIII Congreso Latinoamericano de Sedimentología, Paraná, Argentina.; 2021
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Sedimentología
Resumen:
La sucesión de paleosuelos de la Formación Los Llanos (Cretácico Superior) en la provincia de La Rioja, Argentina, alberga una típica fauna Gondwánica dominada por dinosaurios. Aunque lo más conspicuo hasta el momento son los restos de huevos de titanosaurios, preserva microfósiles y trazas fósiles. En la unidad también se encuentran preservadas unas largas estructuras sedimentarias horizontales muy peculiares que no han sido descritas hasta el momento. Este trabajo busca describir en detalle dichas estructuras, su distribución regional, y sus características macro y micromorfológicas. Así mismo, se realizaron comparaciones con posibles casos similares en el registro fósil. Estas estructuras ocurren ampliamente en dos áreas separadas (Punta Tanga y Campo de Romero) y en distintos niveles de la unidad aflorante en la localidad de Tama, donde la secuencia sedimentaria es mayormente arenosa y representa perfiles de paleosuelos acumulativos con alto contenido de carbonato de calcio. Las estructuras ocurren en alta densidad, más de 100 por m2 en vista perpendicular a la estratificación y se extienden sobre un área de aproximadamente 15.000 m2 en Punta Tanga. En la horizontal, las estructuras de mayor diámetro se extienden en algunos casos por más de 1 metro. Se conservan en relieve pleno, es decir, no se trata de un molde o de una impresión, y en la superficie se forma un relieve positivo con aspecto de tubos con disposición exclusivamente horizontal, paralelos o subparalelos entre sí y con fuerte orientación de rumbo (N70ºE). Se caracterizan por tener una forma de cono muy alargado, casi cilíndricos, que consisten en una pared silícea (>1 mm) con silueta levemente irregular, con cierto grado de sinuosidad o leves curvaturas. El diámetro aumenta ligeramente desde un extremo puntiagudo y los diámetros de 1 cm en las estructuras más pequeñas hasta 5 cm en las de mayor longitud; tienen un halo externo de alteración que aumenta el grado de cementación del material circundante y favorece la aglomeración de estas estructuras. La roca huesped corresponde a litarenita feldespática, cementada por una combinación de la matriz de arcilla con cemento carbonático. El material que rellena la tubería es arenita feldespática, con cementación calcárea, bien cementada (no friable), sin evidencias de fósiles en su interior y resistente a la meteorización. Microscópicamente se observan claramente las morfologías circulares o elipticas en corte transversal, diferentes del resto del material y asociadas a sílice. Las paredes están conformadas por cemento de cuarzo calcedonia, que ha precipitado a partir de los bordes de los clastos y hacia los antiguos espacios porales, llegando a unirlos y a formar la pared silícea. Este cemento de cuarzo microcristalino esta bien definido y la roca se fractura a lo largo de los bordes de las tuberías cuando el halo de alteración es más delgado. La zona de contacto no presenta ninguna disposición definida de los granos de la estructura, lo que implica que el mineral se infiltró o difundió a través de los espacios porales. El relleno presenta dos tipos de cemento calcítico microcristalino: el más grueso en contacto directo con los bordes de los clastos y con crecimiento a partir de ellos en forma radial, y la más fina rellenando los antiguos poros. Estructuras similares han sido descritas en las eolianitas del Jurásico Inferior de la Formación Clarens, Cuenca del Karoo, Sur de África, pero su roca hospedante y el material de relleno carecen de cemento carbonático y tienen mayor madurez textural, no presentan pared silícea, los cilindros estan delimitados por gaps y con pérdida del material constituyente; los autores las han atribuido provisionalmente a nidos de termitas, sin embargo, esta inferencia ha sido cuestionada con argumentos morfológicos y ecológicos. La presencia de rizolitos y otros elementos asociados indican que ocurrieron procesos biológicos en este nivel, pero no hay evidencia de que tales mecanismos puedan generar la fuerte orientación de rumbo y la disposición estrictamente horizontal de estructuras. Por otra parte, existe una relación inversa entre el diámetro del cilindro y la cristalinidad del relleno, esto no se justificaría fácilmente sólo por la actividad biológica, por lo cual, no se debe descartar la influencia de procesos físico-químicos en su génesis.