PERSONAL DE APOYO
ECHEVARRIA Karina Vanesa
congresos y reuniones científicas
Título:
CARACTERIZACIÓN HIDROGEOLÓGICA DE LA ZONA DE VILLA DOLORES, CÓRDOBA UTILIZANDO UN SISTEMA DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA
Autor/es:
ECHEVARRIA, KARINA VANESA; BLARASIN, MÓNICA; DEGIOVANNI, SUSANA; AGUIRRE, MARIO; PALACIO, DAVID
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
La convergencia de estudios geológicos, geomorfológicos, hidroestratigráficos, hidrodinámicos e hidroquímicos permite definir el modelo conceptual de funcionamiento hidrológico de una zona específica. El mismo, contribuye a comprender las posibles entradas, salidas e interrelaciones entre los componentes del sistema hidrológico, permitiendo sentar las bases para su correcto uso, manejo y protección. En este contexto los Sistemas de Información Geográfica (SIG), son de gran utilidad, ya que permiten almacenar, integrar e interrelacionar un elevado número de datos y obtener diferentes expresiones cartográficas, que incluyen mapas temáticos, interpretativos y prescriptivos. El objetivo de este trabajo es efectuar la caracterización hidrogeológica de un área problema, vinculando la dinámica y calidad del agua subterránea con aspectos geológicos, geomorfológicos y de uso del territorio, a través de un SIG. El área de estudio es la zona de Villa Dolores, ubicada en el extremo sur del valle de Traslasierras, al Oeste de la Provincia de Córdoba, cuya actividad principal es la agricultura bajo riego, debido al importante déficit hídrico (346 mm) que presenta la región. El riego utiliza fuentes superficiales y subterráneas, cuya principal zona de recarga son las Sierras Grandes, con una precipitación media anual del orden de 900-1000 mm. Una compleja red de canales y acequias provenientes del Embalse Medina Allende (La Viña) y del Dique Boca del Río distribuyen el agua del río de Los Sauces, mientras que un creciente número de perforaciones explota el acuífero freático y alimenta sistemas de pivotes. Para alcanzar el objetivo propuesto, se recopilaron antecedentes geológicos-geomorfológicos, hidrometeorológicos, hidrogeológicos (entre ellos perfiles de perforaciones) y de uso del territorio, los cuales fueron complementados con información obtenida en el campo. El relevamiento hidrogeológico comprendió el censo de 46 perforaciones que captan del acuífero libre, donde se midió profundidad del nivel freático y conductividad eléctrica del agua y se tomaron 29 muestras de agua para ser analizadas en laboratorio. A su vez, se construyó una base de datos hidrológicos y su representación en un software de SIG, que permitió la elaboración de mapas geológico-geomorfológico, de uso del territorio e hidrogeológicos. Geológicamente, y como parte de Sierras Pampeanas, el área presenta una clásica tectónica de bloques definidos por fallas regionales, que controlan los elementos sobresalientes del relieve. Hacia el Este, se destacan las Sierras Grandes y de Pocho, constituidas por rocas metamórficas y graníticas (Precámbrico-Paleozoico inferior), que conforman las zonas de mayor altura y pendientes. Adosados al frente montañoso, se desarrollan distintos niveles de abanicos aluviales de edad pleistocena y holocena (Bonalumi et al., 1999), conformando relieves fuertemente ondulados, que evidencian signos de actividad neotectónica. La zona occidental forma parte de la gran depresión intermontana Quines ? Ulapes - Salinas Grandes y está constituida, principalmente, por secuencias fluviales cenozoicas de variada energía, correspondientes al abanico aluvial del río de Los Sauces y, subordinadamente por sedimentos eólicos loéssicos y arenosos cuaternarios. Los sistemas fluviales principales drenan la vertiente occidental de las Sierras Grandes y descargan sus aguas en el sector pedemontano (arroyo Las Tapias, Los Hornillos, Los Molles, entre otros), a excepción del río de Los Sauces que alcanza la depresión occidental. El acuífero estudiado de tipo sedimentario detrítico apoya sobre el basamento cristalino y su geometría está fuertemente controlada por la profundidad del mismo, pudiendo distinguirse dos sistemas principales: a) Acuífero Villa Dolores: comprende el ámbito pedemontano, con espesores del orden de 30-50 m y una variabilidad de sedimentos desde finos a gruesos, con predominio de limos arenosos. Estos materiales poseen conductividades hidráulicas (K) intermedias (del orden de 1-5 m/d) y se lo puede calificar como un acuífero moderadamente bueno. b) Acuífero Los Cerrillos: constituye todo el ámbito occidental de la zona de estudio, en el área de llanura más alejada del frente serrano, con un espesor del orden de 100-120 m, cuya parte superior funciona como acuífero libre. En general dominan materiales de granulometría gruesa (gravas, gravillas, arenas gruesas) que poseen K elevadas (del orden de 10-100 m/d), por lo que se lo califica como un acuífero muy bueno, corroborado con ensayos de bombeo que permitieron calcular, para un caudal de ensayo de Q=300 m3/h una K= 80 m/d y T=7750 m2/d. El S=0,05 obtenido indica un valor muy bajo pero que puede encuadrarse en el de los acuíferos libres. En forma local, aproximadamente a 110 m de profundidad, se identificaron materiales de tipo acuitardos/acuícludos como limos y arcillas (con espesores de hasta 30 m en la zona suroeste) que intercalan con capas de arenas gruesas y medias, lo que le confiere semiconfinamiento a determinados sectores de las capas acuíferas, aspecto corroborado con el ascenso de nivel piezométrico por encima del techo. La dirección general del flujo subterráneo en la zona es Este-Oeste. La descarga, se realiza fuera del área de estudio en la depresión Quines-Ulapes-Chancaní (CAAAS, 1973) siendo el sector estudiado un área en general de tránsito del agua, aunque se detecta que la zona de recarga preferencial se encuentra en el sector pedemontano de las Sierras Grandes, fundamentalmente generada por los arroyos que infiltran en esos sectores. Se pueden distinguir dos zonas claramente diferenciables de acuerdo a los gradientes hidráulicos. En el pedemonte, especialmente en los valles, se observa una divergencia del flujo, con gradientes hidráulicos altos, que varían entre 0,8 y 3 %, los cuales pueden explicarse por la menor potencia del relleno sedimentario, el dominio de materiales finos y el mayor gradiente topográfico. Hacia la depresión occidental los gradientes hidráulicos descienden notablemente a valores entre 0,2 y 0,3 %. En el sector Noroeste del área, se observan modificaciones locales en las líneas equipotenciales, asociadas a los elevados caudales de agua que extraen las perforaciones utilizadas para riego. En relación a la profundidad del nivel freático se observan marcadas variaciones de la zona no saturada, vinculadas fundamentalmente al control estructural. En el sector oriental, el nivel freático se halla a profundidades que varían entre 20 y 30 metros, aumentando hasta aproximadamente 80 metros en la zona central. En general en la zona del acuífero Los Cerrillos son comunes valores que varían gradualmente hacia el Oeste desde 60 m hasta 16 m. La conductividad eléctrica del agua subterránea varía desde el pedemonte hacia la llanura occidental en un sentido que podría calificarse como contrario a la evolución normal del agua en dirección del flujo. De este modo, se observa que si bien en general son aguas dulces (menor a 2.000 µS/cm), con sólo algunas excepciones salobres (entre 2.000 y 3.000 µS/cm), las aguas más dulces se ubican en la franja adosada a la sierra y en el ambiente más alejado a las mismas, mientras que las de mayor contenido salino se sitúan en el pedemonte en una franja intermedia a las dos zonas anteriores. Para explicar la ?inversión? en los valores de conductividad eléctrica en el sentido del flujo, se postula que en la zona más inmediatamente cercana a la sierra donde yacen abanicos disectados de sedimentos aluvio-coluviales muy gruesos (Fm. Las Rabonas) el agua dulce infiltra rápidamente, con gradientes casi verticales, alcanza el acuífero y se conecta en profundidad con estratos permeables circulando rápidamente hacia zonas alejadas donde también dominan paleocanales de sedimentos gruesos, teniendo pocas posibilidades de salinización. Por su parte, los mayores valores en el contenido salino, pueden adjudicarse al contacto del agua con sedimentos más finos (eólicos) que cubren las secuencias aluviales gruesas en algunos sectores de la zona pedemontana, lo que genera típicos procesos de transferencia de iones a la solución y gradación vertical de la calidad del agua. Los resultados obtenidos permiten concluir que existe un fuerte control estructural que ha generado un marcado escalonamiento del basamento cristalino en profundidad, conformando pequeñas cuencas sedimentarias de variada potencia y relleno, que definen dos acuíferos diferentes en espesor, parámetros hidráulicos y por lo tanto en los caudales que pueden extraerse. Las mencionadas características geológicas e hidrodinámicas del área (altos gradientes, trayectos recorridos por el agua cortos, dominancia de sedimentos muy permeables), sumado a los aspectos climáticos, condicionan además la composición química del agua superficial y subterránea que, si bien variable, en general es de aguas de bajo contenido iónico.