“Arte y verdad: una aproximación política al diálogo de Heidegger con Platón”

MARTÍNEZ, LUCIANA; PELEGRÍN, LAURA

Buenos Aires

Jornada; VIII Jornadas Nacionales de Filosofía y Ciencia Política; 2008

Universidad Nacional de Mar del Plata

La producción artística ha sido en la historia de la humanidad objeto de censura, no sólo pero significativamente desde la actividad represora del Estado, en sus diversas modalidades. Aún antes de su constitución como esfera autónoma, no sólo se ha cuestionado su utilidad para el bienestar de la comunidad sino, incluso, ha sido planteado como amenaza, como peligro. Nos ocuparemos de uno de estos planteos, que ha conmocionado al pensamiento occidental por su premura y su radicalidad e intentaremos, a la luz de algunos desarrollos conceptuales críticos de la fenomenología, en particular del pensamiento heideggeriano maduro, poner de manifiesto los supuestos, acaso cuestionables, que permiten articularlo. Nos referimos a la expulsión de los poetas en República, un diálogo platónico de madurez que ha sido objeto de debate no exclusiva pero sí vigorosamente en este punto. Encontramos que la expulsión de los poetas de la polis ideal no es una premisa del pensamiento platónico, sino una consecuencia ineludible de sus desarrollos en relación con sus teorías paradigmáticas del conocimiento. Prueba de esto es a nuestro modo de ver el hecho de que en diálogos tempranos se escurre la posibilidad de un planteo menos radical. En Ión, diálogo que tematiza la actividad artística, se ocupa Platón de cuál es el lugar que ocupan el rapsoda y el poeta en el ámbito de la polis, de si existe alguna diferencia entre ellos, y, en ese caso, cuál es y en virtud de qué es establecida dicha diferenciación. Si hacemos un breve resumen de qué es lo que Platón allí expone encontramos un diálogo entre dos interlocutores, Sócrates e Ion. En esta oportunidad Sócrates intentará persuadir a su interlocutor de ciertos atributos en relación a su saber. Ion se jacta de reproducir con extrema lucidez los textos Homéricos, de reproducirlos mejor que nadie. Sócrates le dirá que no es un saber lo que él tiene sobre estas cuestiones y que no es ni la rapsodia ni la poética un saber en sentido estricto.