Procesos de formación en el registro bioarqueológico del sitio Arroyo Seco 2 (partido de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires)

GONZALEZ MARIELA E.

Congreso; XVIII Congreso Nacional de Arqueología Argentina; 2013

En este trabajo se presentan parte de los resultados obtenidos del análisis de los efectos tafonómicos de los entierros humanos del sitio arqueológico Arroyo Seco 2 (partido de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires). Esta aproximación al estudio de los restos óseos humanos es novedosa en este contexto y aporta nuevos datos para comprender la historia de formación de este registro bioarqueológico y evaluar la incidencia de diversos factores naturales y culturales en la preservación, conformación y estructuración espacial de las inhumaciones. La comprensión de la historia tafonómica de estos entierros humanos es de particular importancia debido a que Arroyo Seco 2, por sus características arqueológicas, se ha convertido en un sitio relevante para comprender las dinámicas de las sociedades cazadoras-recolectoras de la región pampeana durante el Holoceno. Los 15 entierros analizados del sitio AS2 representan un número mínimo de 25 individuos, de los cuales 11 fueron inhumados de forma primaria individual, 10 de forma primaria múltiple (distribuidos en cuatro entierros) y cuatro mediante modalidad secundaria múltiple. Esta muestra procede de dos sectores localizados dentro de la lomada en la que se recuperaron todas las inhumaciones del sitio. A partir de los resultados obtenidos, se delineó la historia tafonómica de los entierros humanos de AS2 donde se destaca la pérdida de unidades óseas en frecuencias elevadas. Dada la modalidad primaria de inhumación de 21 individuos, se descarta que la manipulación antrópica intencional haya ocasionado estas faltantes así como la alteración de las relaciones anatómicas originales o de la integridad ósea. La intensidad y recurrencia de uso del espacio como lugar de inhumación durante miles de años no parece haber perturbado significativamente la composición de los entierros, lo que estaría indicando que la presencia de demarcaciones en las sepulturas evitó la reutilización de un mismo lugar para la inhumación de un cuerpo luego de varios años. Se propone que la eliminación de estos elementos óseos se produjo como resultado de la acción de procesos atricionales mediados por determinadas propiedades intrínsecas de los huesos. Los roedores habrían provocado desplazamientos de elementos pequeños que con el paso del tiempo fueron eliminados de este registro debido a la interacción de distintos procesos naturales destructivos y a la incidencia indirecta de la actividad humana (pisoteo, meteorización, limpieza del área de inhumación, entre otros). La precipitación química de carbonato de calcio fue uno de los procesos más notorios en este conjunto óseo junto con el deterioro químico vinculado a la diagénesis.