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El sistema reduccional jesuita de guaraníes se desarrolló en el territorio de la Paraquaria entre 1609 y 1768. El real decreto de extrañamiento, firmado por Carlos III, puso fin a esta experiencia evangelizadora protagonizada por jesuitas y guaraníes. Santa Ana fue una de las 30 misiones que funcionaba en ese momento. La separación de los asuntos temporales y espirituales condujo a la decadencia del sistema en pocas décadas, con un abrupto descenso poblacional y un marcado deterioro edilicio. Buena parte del siglo XIX estuvo caracterizado por enfrentamientos y disputas territoriales que condujeron finalmente a la destrucción material de estas antiguas doctrinas. Hacia finales del siglo XIX y principios del XX, viajeros y exploradores recorrieron la región de las misiones y sentaron las bases que condujeron a una transformación en la apreciación de sus restos. Esto derivó, eventualmente y en algunos casos, en su patrimonialización. Hoy Santa Ana está reconocida por su valor patrimonial a nivel provincial y nacional, y desde el año 1984 se encuentra inscripta en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Además, forma parte del circuito turístico de la provincia de Misiones. En el marco del Proyecto de Investigación ?Estudio Arqueológico de la Residencia de la Reducción Jesuita de Guaraníes de Santa Ana (Misiones, Argentina)? se llevaron adelante trabajos arqueológicos que incluyeron, asimismo, una serie de actividades comunicación. Estas se desarrollaron siguiendo los principios de la Carta ICOMOS para Interpretación y Presentación de Sitios de Patrimonio Cultural (2008), fundamentalmente, en los aspectos de valorización y comunicación del patrimonio. Este trabajo presenta, en primer lugar, los aspectos más sobresalientes del trabajo de campo llevado a cabo en el espacio que conformaba la residencia de la Reducción de Santa Ana. En segundo lugar, se exponen las actividades de comunicación paralelas que se desarrollaron bajo los objetivos de promover el vínculo entre el patrimonio y la comunidad; y propiciar espacios de intercambio entre el patrimonio y la comunidad en general. Finalmente, se repara en los procesos de degradación del patrimonio observados en el contexto de dicho proyecto. En suma, con esta presentación se busca visibilizar las posibilidades que posee la investigación, en este caso arqueológica y antropológica, de contribuir a la comunicación, valorización y, por ende, conservación del patrimonio vinculado a las misiones jesuíticas en general y a Santa Ana en particular.