INVESTIGADORES
ABADI Florencia Dora
artículos
Título:
La tarea de crítica de arte: la lectura de Benjamin del Romanticismo alemán
Autor/es:
ABADI, FLORENCIA
Revista:
Boletín de Estética
Editorial:
No corresponde (On-line)
Referencias:
Año: 2009 p. 1 - 15
ISSN:
1668-7132
Resumen:
La noción de crítica de arte supone históricamente un debate en torno al lugar y la pertinencia de ésta en relación con su objeto. En tanto aproximación conceptual a las obras, la crítica ha sido rechazada por aquellas corrientes que consideran el concepto como ajeno a la esfera artística y a la obra como artefacto autosuficiente. Demás está decir que esta posición socava la legitimidad de la propia crítica en tanto disciplina. En el polo opuesto, se encuentran aquellas posiciones ilustradas, especialmente aquellas contenidas en las poéticas normativas, que consideran la obra como una estructura pasible de ser explicada por un sistema conceptual ajeno a las particularidades de las diversas obras. La obra de Walter Benjamin, especialmente la tesis dedicada al Romanticismo alemán, contrasta con ambas perspectivas. El concepto de crítica que halla en la fragmentaria obra de los románticos se presenta como superador de ambos polos: la crítica se muestra legítima a partir del concepto de "criticabilidad", que establece que la obra contiene en sí misma el germen de su propia crítica y que, por lo tanto, reclama el concepto desde su propia estructura interna. Este reclamo es caracterizado por Benjamin como una exigencia de redención: las obras piden ser redimidas en la crítica. La crítica de arte potencia una reflexión presente en la obra, la completa, la mejora, la intensifica, la universaliza, la complementa. Se trata de una consumación de la obra, de su resolución en el absoluto, esto es, de su redención. El postulado de una reflexión en la obra y no en el sujeto creador? es vital para el objetivismo que nace con los románticos, quienes inauguran como categoría central de la estética la noción de ?obra?. La crítica no evalúa ni califica una obra singular, sino que expone la relación de la obra con la idea de arte y por lo tanto con las demás obras: nada tiene de función informativa o pedagógica. Así, la crítica se diferencia por primera vez del juicio, de la evaluación del arte; se sustrae del lugar del ?banquillo acusador?. La criticabilidad se convierte en el único criterio de distinción entre obras de arte y cosas que no llegan a serlo. La crítica es inmanente, su único patrón es la reflexión que se halla impresa en la forma de la obra; más que un patrón externo se trata de un fundamento interno. No hay ninguna escala de valores, ningún criterio con el cual diferenciar grados de valor entre obras de arte auténticas. En la medida en que las obras son criticables, son arte, la medida en que son "malas", esto es, no tienen en valor artístico, no se las puede criticar, ya que no puede desarrollarse ninguna reflexión. La no criticabilidad de lo malo señala como única conducta posible ante sus productos el silencio.