INVESTIGADORES
SCHEINKMAN Ludmila
congresos y reuniones científicas
Título:
Androcentrismo, brecha salarial y nivel de vida de la clase trabajadora porteña durante la Argentina agroexportadora
Autor/es:
LUDMILA SCHEINKMAN
Lugar:
Ciudad de México (DF)
Reunión:
Jornada; I Coloquio de Estudiantes de Posgrado sobre Desigualdades en América Latina y el Caribe (DESALC); 2018
Institución organizadora:
El Colegio de México
Resumen:
Entre fines del siglo XIX y primeras décadas del XX, la economía argentina experimentó un crecimiento notable, acompañando su inserción en el mercado mundial como productora de materias primaris. Sin embargo la historiografía convencional, centrada en acontecimientos políticos y ?deslumbrada? por el crecimiento, se ocupó poco de los grupos subalternos. En efecto, el historiador Leandro Gutiérrez señaló en 1981 que desde lo económico, ?estos historiadores entendieron habitualmente que los efectos del crecimiento se distribuyen en igual medida entre los participantes del sistema productivo? . La renovación historiográfíca de los años 80 abrió una discusión sobre las condiciones y el nivel de vida de los trabajadores que contrarrestaba este supuesto, reevaluando la formación del capitalismo argentino . Los escritos de E.P. Thompson permitieron discutir la simple correlación entre el nivel de vida, basado en estadísticas, y la calidad de vida percibida por los trabajadores . Así, cuestionaron las curvas salariales favorables para el período 1880-1914, argumento presente en una interpretación ?optimista? de la situación obrera impulsada por historiadores de la economía que revalorizaron este periodo desde enfoques neoclásicos. En particular, los debates se centraron en el estudio de Roberto Cortés Conde, El progreso argentino (1979), sobre la evolución del salario real de obreros de la importante fábrica de galletitas Bagley y peones de policía. Este sostuvo que la situación de los trabajadores había mejorado, contradiciendo la interpretación hasta entonces predominante, apoyada en testimonios de contemporáneos. Respondiendo a Cortés Conde, Gutiérrez cuestionó lo limitado de estudiar niveles de vida en base al salario real por tratarse de un promedio, y como tal, excluyente. Asimismo, señaló que estos índices no incluían ahorros, y obviaban al desempleo, los cambios de ocupación y las variaciones de necesidades y carencias familiares . Además, invitaba a salir de la esfera de la producción e ingresar a la del consumo, ya que un buen salario real ?no implica necesariamente una mejor calidad de la vida conducente a situaciones de felicidad. (?) Aun suponiendo un crecimiento de los salarios reales, como lo quiere un libro recientemente aparecido, las condiciones de habitación, salud, alimentación, la incertidumbre laboral y la desesperanza de alcanzar las promesas de los promotores de inmigración parecen haber sustraído parte de las presumibles ventajas? . Aunque nuevos trabajos señalan que efectivamente entre 1880 y 1914 los salarios registraron un pequeño incremento , lo sustancial de la impugnación de Gutiérrez permanece. El debate, que podría haber fructificado, quedó ?inconcluso?: con el desempleo y el retroceso sindical de los años 90, las investigaciones históricas se alejaron de estas problemáticas. Pero tras la crisis del 2001, los estudios sobre trabajadores han cobrado nuevo dinamismo, e investigaciones recientes como las de Ricardo Salvatore sobre alimentación obrera, han vuelto sobre este debate aportando nuevos argumentos. Utilizando información sobre estatura de reclutas de un importante regimiento de Buenos Aires, Salvatore mostró que durante el auge agroexportador (1900-1913) se deterioró en términos absolutos la nutrición neta de la población. Esto lo llevó a afirmar que el crecimiento económico generó importantes desigualdades regionales y sociales . Los estudios de género, también de gran vitalidad, son otra puerta de entrada para repensar las inequidades en el mercado laboral, cuestionando su homogeneidad y los presupuestos androcéntricos de muchos análisis . En esta línea, un trabajo reciente de Silvana Palermo focalizó en la importancia de las familias obreras al considerar los salarios y significados del empleo masculino .En estas páginas queremos volver sobre este debate desde las estadísticas salariales, retomando a modo de pregunta la observación de Gutiérrez con que iniciábamos: ¿cómo se distribuyeron los efectos del crecimiento económico entre los trabajadores? Desde los estudios feministas y de género proponemos dar un giro a las coordenadas desde las que se ha pensado esta cuestión, ya que los trabajadores no eran un sujeto homogéneo, y los ?beneficios? del progreso no se distribuyeron de igual manera entre todos ellos. En particular, mujeres, niños y trabajadores no cualificados fueron grandes excluidos del ?desarrollo?, y su silenciamiento en los promedios estadísticos permite repensar aspectos clave de la desigualdad en el periodo.Para ello tomamos el caso Bagley reevaluando las series salariales estudiadas por Cortés Conde, desde una perspectiva que cuestiona la construcción de un ?obrero promedio?, para observar en cambio las diferencias de género, edad, jerarquía y cualificación ocultas en las medias. A su vez, construimos otra serie ponderando estas diferencias, realizada sobre la industria del dulce que integraba Bagley, que permite desgranar los promedios estadísticos, realizados en función de un obrero concebido como masculino, para ver la diversidad de situaciones salariales en una importante manufactura porteña. De este modo, mostramos como el género, la edad y cualificación fueron factores que incidieron en la distribución del ingreso y segmentaron el mercado de trabajo provocando profundas desigualdades. A su vez, evaluamos el papel de las familias obreras, contrastando estos salarios con presupuestos y canastas familiares, de lo cual se desprende que, durante el periodo agroexportador, fue necesario el trabajo de varios miembros del hogar para cubrir los gastos mínimos de una familia obrera.