INVESTIGADORES
ELGIER Angel Manuel
congresos y reuniones científicas
Título:
Actualizaciones en el Estudio Contemporáneo de la Pobreza y la Salud Mental
Autor/es:
ELGIER, A.M.; ORTEGA, I.; BIDEGAIN, V.; LIPINA, S.
Lugar:
Lima
Reunión:
Congreso; 7th World Congress of Behavioural and Cognitive Therapies; 2013
Institución organizadora:
ALAMOC
Resumen:
El objetivo de esta ponencia es considerar cómo se relacionan la pobreza y la salud mental, ilustrando con ejemplos específicos sobre: 1) esquizofrenia, 2) abuso de sustancias y 3) trastornos psiquiátricos en la niñez. Por último se discutirán las recomendaciones de la OMS respecto a las políticas públicas. La pobreza es un fenómeno multidimensional y no generalizable entre diferentes poblaciones, que afecta aproximadamente al 45% de la población mundial y, dentro de ella, al 50% de los menores de 18 años lo que constituye un panorama de carácter pandémico. Sus efectos directos e indirectos sobre diferentes aspectos del desarrollo emocional y cognitivo, se asocian a una mayor probabilidad de incidencia de trastornos conductuales y psiquiátricos. En la literatura es posible verificar diferentes ejemplos de la relación entre la pobreza y la salud mental. Con respecto a la esquizofrenia, se encuentra que su prevalencia suele ser mayor en las personas que se encuentran en las situaciones de mayor vulnerabilidad social. Tal relación es compleja y plantea la necesidad de continuar explorando los potenciales mecanismos de causalidad. Por ejemplo, independientemente de los componentes neurobiológicos, de acuerdo con la hipótesis de causalidad social, las personas que viven en condiciones socioeconómicas adversas tienen mayor probabilidad de adquirir un trastorno esquizofrénico. Sin embargo, también hay disponible evidencia que indica que la distribución de la clase social de los padres de los pacientes con esquizofrenia no se desvía necesariamente de la de la población general. El segundo ejemplo que discutiremos refiere a los trastornos asociados al uso y abuso de sustancias. Diferentes estudios han indicado que las condiciones sociales adversas suelen asociarse a una mayor incidencia de alcoholismo y uso abuso de sustancias ilícitas, así como también de la mortalidad. Con respecto a los trastornos psiquiátricos durante la niñez, el vínculo con las experiencias adversas asociadas a pobreza es igualmente complejo. Los bajos ingresos familiares en combinación con condiciones de crianza deficitarias se asocian a crisis que ponen a los niños en situación de riesgo, y precipitan la aparición de problemas de conducta y trastornos como el déficit de atención con hiperactividad. Por ejemplo en Inglaterra, los índices de riesgo muestran que los niños de hogares pobres tienen tres veces más probabilidades de padecer problemas de conducta que los niños que no están en situación de pobreza. En la actualidad se analiza si lo que se asocia al riesgo es algún aspecto específico de la condición socioeconómica, o bien la respuesta de regulación del estrés que la pobreza plantea a los padres y niños. La evidencia actual en las áreas descriptas contribuye a continuar sosteniendo la necesidad de abordar el estudio de la salud mental teniendo en cuenta el contexto socioeconómico de las personas. Las políticas públicas de salud mental se vuelven fundamentales para generar una agenda con objetivos de interés social a largo plazo orientados a solucionar las problemáticas relacionadas con la pobreza. Es importante integrar a la discusión y al diseño de acciones las estrategias básicas planteadas por la OMS en el marco de los determinantes sociales de la salud.