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El Shincal de Quimivil constituye uno de los sitios incaicos más importantes del Noroeste argentino ubicado al sur del Valle de Hualfín en el centro oeste de la provincia de Catamarca. Las primeras menciones acerca de su existencia se remiten hacia comienzos del siglo XX por Hilarion Furque y Adán Quiroga, grandes personajes de la historia catamarqueña. Posteriormente con los aportes de Rex González y Rodolfo Raffino se fue enriqueciendo el conocimiento acerca del patrón de asentamiento y las prácticas sociales realizadas en el sitio. Actualmente nos encontramos llevando a cabo un trabajo de puesta en valor cuyos principales ejes son la conservación, difusión e investigación del patrimonio cultural. Los estudios vinculados con las trazas de caminos tuvieron lugar a partir de Rex González, quien en la década de 1960 ya mencionaba la existencia de un segmento de camino que podía vincular El Shincal con zonas vecinas. Luego, Rodolfo Raffino en la década de 1980, identifica en el terreno un tramo de camino que penetraba en el sitio por su sección noreste. Desde entonces los trabajos de investigación se concentraron sobre determinadas estructuras como kallankas, ushnu, y algunas kanchas. A partir de 2004 y en el marco de una tesis doctoral comenzamos a trabajar específicamente, y de modo sistemático, las trazas camineras y los elementos y sitios asociados. El Shincal se encuentra relacionado a una red de caminos dentro de un conjunto de sitios vinculados con la explotación minera y agrícola de la zona, como así también a un tambo de apoyo que vincula el Valle de Hualfin con el de Abaucán o Fiambalá. Esta conexión se realiza a través de caminos principales y secundarios que dominan el paisaje de la región. Teniendo en cuenta la propuesta del Taller QHAPAQ ÑAN I al que fuimos invitados creemos importante presentar una ponencia donde se refleje la diversidad de estudios sobre vialidad incaica realizados en la región de Londres de Quimivil durante la última década. Creemos ello importante ya que nos permitirá ver la amplia variabilidad y complejidad cultural que operaban los Inkas a lo largo de los caminos. El Noroeste argentino estuvo dividido en diferentes provincias o wamanis incaicas. De norte a sur son: Humahuaca, Chicoana, Quire-Quire, Tucumán y Austral. El Shincal de Quimivil fue un centro administrativo y ceremonial que de acuerdo a algunos investigadores pudo constituir la capital de la provincia de Quire-Quire. Este rol junto a varios componentes del sitio como el patrón ortogonal, arquitectura, uso del sistema de medida Inka, material arqueológico recuperado, simbolismo y emplazamiento en el paisaje condujeron a que el investigador Ian Farrington lo considere un Nuevo Cusco dentro del Kollasuyu. Es decir, un lugar fuera del Cusco pero construido a la imagen de éste, donde se recreaba la ideología del incario. En este marco el camino incaico adquiere un sentido preponderante no solo como eje de circulación de productos y personas sino también como símbolo político del poder del Estado. Tanto los elementos materiales asociados a este camino como los espacios de actividades públicas y domésticas, como así también las características de visibilidad y accesibilidad, reflejan un manejo integral y profundo del paisaje sagrado del sitio.

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