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Uno de los principales factores determinantes de la calidad de un fruto es su firmeza. El ablandamiento provoca la pérdida de caracteres organolépticos y aumenta la susceptibilidad tanto a patógenos como al daño mecánico, limitando la vida postcosecha del fruto. La firmeza está condicionada principalmente por la rigidez mecánica determinada por la pared celular. Durante la maduración, la acción combinada de diferentes familias de proteínas y enzimas hidrolíticas sobre los componentes de la pared produce una disminución en su contenido. La supresión de un único gen a través de distintas técnicas ha permitido reducir la expresión del gen elegido a niveles muy bajos, siendo el efecto sobre el ablandamiento prácticamente nulo. Las expansinas presentan en su estructura módulos de unión a carbohidratos (CBM) capaces de asociarse fuertemente a la celulosa. La idea central es sobreexpresa sólo el CBM de la expansina en la pared celular del fruto de modo de bloquear sitios disponibles para la unión de enzimas de degradación. Se sobreexpresó de forma constitutiva tanto el CBM de la expansina 1 de Solanum lycopersicum en la pared celular de plantas de tomate, como el CBM de la expansina 2 de Fragaria x ananassa en la pared celular de plantas de frutilla. Ambas sobreexpresiones no modificaron el crecimiento de las plantas. Los frutos transgénicos de tomate mostraron un retardo en su ablandamiento, un aumento en el contenido de pared celular y una menor actividad expansina. Los frutos transgénicos de frutilla presentaron una mayor firmeza, una tendencia hacia un mayor contenido en pared celular y menor actividad expansina. La sobreexpresión de un CBM en la pared celular sería una estrategia factible de utilizar para lograr aumentar la vida postcosecha de un fruto

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