INVESTIGADORES
MUÑOZ Maria Antonia
congresos y reuniones científicas
Título:
Democracia, capitalismo y estrategias políticas combinadas y alternativas.
Autor/es:
MARÍA ANTONIA MUÑOZ
Reunión:
Conferencia; 8º Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales / Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico; 2018
Resumen:
El péndulo ideológico de gran parte de los gobiernos de América Latina parece estar de nuevo del lado derecho. Después de más de una década de presidentes ?progresistas?, pareciera que las políticas de corte ?neoliberales? han vuelto a la escena. Una concepción de Estado como garante de libertades básicas y oportunidades para la competencia y el desarrollo individual se combina con una retórica sobre los beneficios del buen funcionamiento del mercado. Pero la historia no tiene forma lineal o circular: va inventando sus propias reglas.El giro de los últimos años responde a sociedades con profundos conflictos sociopolíticos e ideológicos novedosos. Así como los gobiernos progresistas no pueden ser caracterizados como repeticiones de modelos nacional populares de mitad de siglo XX, tampoco las derechas actuales son reproducciones ?neoliberales?. El festejo de la diferencia, la identidad y el cuidado de las minorías, la incorporación de aspectos culturales asociados al bienestar personal y la meritocracia, la política social y la pretensión de mejorar los ?servicios? que presta el Estado conviven con economías cada vez más concentradas y desiguales. La democracia y el capitalismo organizan la escena política.En la década de los 80, América Latina caminó hacia una doble transición que se prometía así misma virtuosa: la libertad de mercados y la libertad de la democracia. Este matrimonio era presentado como armonioso por la nueva hegemonía en el marco de la caída de los regímenes socialistas y comunistas. Durante mucho tiempo, el capitalismo dejó de ser puesto en cuestión como estructura global que era intrínsecamente injusto. Pero después de varias décadas ese maridaje comenzó a desgastarse. La promesa de igualdad (social, política, cultural) de la democracia se vio avasallada por la desocupación, la pobreza y la violencia del capitalismo ?neoliberal? y cada vez más organizado alrededor de las ?finanzas?. Con mayor fuerza en el nuevo siglo, partidos o alianzas de ellos reivindicaban la democracia pero a la vez eran muy críticos del capitalismo. Con ese discurso lograron ganar las elecciones. Así democracia y capitalismo volvió a ponerse en el centro como una relación complicada pero los sujetos y estrategias políticas protagonistas eran otros.En los próximos apartados discutiremos esta relación equívoca entre capitalismo y democracia desde las propuestas de diferentes autores. Haremos hablar a Zizek, Castro Gómez, Fraser, Laclau, Rancière, entre otros. A continuación se analizará el Acontecimiento y la Fantasía como categorías que nos permitirán plantear coordenadas conceptuales en torno a las estrategias políticas (prodemocráticas y/o anticapitalistas). Queremos hacer una aclaración. No se trata de hacer una discusión sobre la verdadera interpretación de los textos que utilizaremos. Toda lectura y reescritura supone una apropiación creativa imposible de eludir. Aquí queremos declarar este proceso de reinterpretación. Finalmente, plantearnos algunas reflexiones que permitirán pensar a las políticas ?culturales? frente a las políticas universales, así como la apertura de más interrogantes que pretende abrir el debate en torno al ¿Qué hacer?En el año 2014 Fraser, una politóloga feminista festejaba que se volviera a discutir el capitalismo, el cuál había sido expulsado del pensamiento académico. ?Lo que indica todo este debate sobre el capitalismo, sintomáticamente, es la creciente intuición de que los heterogéneos males ? financieros, económicos, ecológicos, políticos y sociales ? que nos rodean pueden atribuirse a una raíz común: y que las reformas que no aborden las bases estructurales profundas de estos males están destinadas al fracaso.? (2014: 57) La falta de articulación de teorías críticas como el feminismo, el pos colonialismo y el pensamiento ecológico con la crítica al capitalismo debilitó las posibilidades de comprender y darle una salida política a la crisis capitalista de los años 2008-2009. Cuatro años después (2018) Fraser sostiene que las alternativas en el mundo se caracterizan por un populismo conservador representado por Trump y un neoliberalismo progresista con origen en Clinton (y su actual expresión francesa en Macron). Estas alternativas se presentan por ciertos imaginarios como únicas y antagónicas alternativas en el escenario mundial. ¿Qué hacer entonces? Ella propone construir un populismo progresista hacia un socialismo democrático que sea a la vez feminista, ecológico, antirracista y antiimperialista.En sintonía con este análisis, el vicepresidente e intelectual boliviano García Linera (2015) planteaba que frente a la izquierda ?indignada? debía oponerse una izquierda con propuestas, que apele a un activismo molecular (étnico, ecológico, femenino) con voluntad de poder, universalizante y orientada tanto al Estado como a la región y al planeta. Slavoj ?i?ek (2011), filósofo esloveno, decía al respecto de las luchas latinoamericanas que aplaudía el gesto crítico al capitalismo pero que había que tener cuidado con el cierre a las identidades particulares asociadas a la ?etnia? y a la ?cultura?.?i?ek (2016) no reduce su análisis a las relaciones económicas ?determinando en última instancia? al resto de las relaciones, sino que lo define como una forma general de estructuración fantasmática de las sociedades donde el principio se volvió el goce al consumo. La democracia liberal y el multiculturalismo, por un lado, y formas conservadoras nacionalistas, por el otro, se presentan como las ideologías dominantes tras ese fondo capitalista. Pero el festejo de las ?diferencias? como valor en sí mismo sobre el que emerge la individualidad postmoderna es paradójicamente la forma ideológica del capitalismo actual y las banderas de ciertas estrategias de ?izquierda?. Para él la democracia liberal ha reducido las luchas a las competencias por los cargos públicos disolviendo las antiguas preguntas en torno a cómo constituir voluntades políticas orientadas a la transformación global. La identidad se vuelve un acto de ?consumo?, donde se celebra al punto de devenir en un obstáculo de constitución de los antagonismos. El multiculturalismo como ?actitud? supone que ?la empresa global rompe el cordón umbilical que la une a su nación materna y trata a su país de origen simplemente como un territorio que debe ser colonizado. [...] Como culminación de este proceso hallamos la paradoja de la colonización en la cual sólo hay colonias, no países colonizadores: el poder colonizador no proviene más del Estado-Nación, sino que surge directamente de las empresas globales? (1998:21). No se trata de estar en contra del multiculturalismo, sino del ejercicio por el cual se han limitado las luchas a la dimensión culturalista, asumiendo una postura cuasi ?colonialista? que se quiere criticar. A saber, si antes los Estado Nación trataba a los pueblos colonizados como ?nativos? que debían ser estudiados y respetados, siempre y cuando siguieran sirviendo a los intereses de la nación, ahora la actitud es ?respetar las diferencias sexuales, étnicas y populares? siempre y cuando los intereses financieros globales no sean afectados. Es más, hasta pueden ser potenciados a partir del respeto del multiculturalismo. ?Es como si, dado que el horizonte de la imaginación social ya no nos permite considerar la idea de una eventual caída del capitalismo, la energía crítica hubiera encontrado una válvula de escape en la pelea por diferencias culturales que dejan intacta la homogeneidad básica del sistema capitalista mundial?. (1998: 24)En este sentido, la construcción ha sido sobre un tipo de subjetivación específico, el yo narcisista del capitalismo tardío, caracterizado por el consumo constante y sobre la demanda de que todo cambie para que realmente nada lo haga. Aclaremos el tipo de explicación que emerge del análisis. No pone la economía en el centro del análisis como única forma de entender a los sujetos. La misma está atravesada por múltiples discursos y lógicas de explicación. Pero vuelve a una formula básica que ha sido propuesta por Marx, pensar en un universal, el capitalismo como el producto de un locus sobredeterminado y sobredeterminante: la mercantilización, acumulación y el consumo como lógicas imperativas.Desde este punto de vista, la democracia reducida a su aspecto liberal quedo subsumida a ellas y no solo perdió capacidad de devenir en fuente de antagonismos, sino que se convirtió en un obstáculo para su formación. Al respecto del diagnóstico, el esloveno sostiene que el capitalismo no se ha vuelto más democrático sino más autoritario: ?el matrimonio entre el capitalismo y la democracia está acabado? (?i?ek, 2014a: 38). La libertad se ha vuelto una libertad vacía. ¿Se ha vuelto la democracia incapaz de producir emancipaciones