INVESTIGADORES
GUGLIELMUCCI Ana
capítulos de libros
Título:
Memoria histórica: conceptualización y usos en contextos transicionales
Autor/es:
ANA GUGLIELMUCCI
Libro:
¿Y después del Acuerdo qué? Justicia, restauración y reconciliación. Retos y posibilidades
Editorial:
Editorial Bonaventuriana
Referencias:
Lugar: Cali; Año: 2019; p. 79 - 92
Resumen:
El texto delimita las conceptualizaciones y usos de la categoría memoria histórica con el fin de problematizar algunos lugares comunes o leitmotiv que se han instalado tanto en la literatura académica como en ciertos informes institucionales (gubernamentales o no gubernamentales) enmarcados en lo que hoy se comprende de manera global como Justicia Transicional. Uno de estos lugares comunes consiste en entender a la memoria histórica como una bisagra entre la memoria colectiva (los recuerdos vivos y cambiantes de un grupo) y la historia crítica (que permitiría identificar ?errores? de la memoria). Esta acepción asume que la memoria histórica es más confiable que la memoria (amparada en los recuerdos vivos y cambiantes de las personas) y, a su vez, más dinámica que la historia (reconstruida a través de métodos de investigación científica). Otro leitmotiv, reside en patrocinar el rol de la memoria histórica como un mecanismo de reparación simbólica frente a graves violaciones a los derechos humanos (DDHH) y como una garantía de no repetición en el futuro, a través del reconocimiento público de tales violaciones. Esta última atribución suele expresarse por medio de la frase: ?un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla?. Aquí se expone cómo estos lugares comunes debieran ser examinados o al menos sopesados pues, por empezar, no se puede asumir de antemano la función reparadora y preventiva de la memoria histórica. Con esta finalidad, en primer lugar, se analizan algunos debates teóricos sobre el concepto de memoria histórica en el campo académico (especialmente de la historia) y, en segundo lugar, nos referimos a sus apropiaciones y usos institucionales y políticos en contextos imaginados como transicionales (ya sea de dictaduras a democracias o de la guerra a la paz).Esta revisión es importante para recapacitar sobre los desafíos de una práctica crítico-intelectual referida a procesos de memoria sobre fenómenos de violencia masiva. Tales desafíos, retomando a Nelly Richard (2002), suponen al menos dos problemas. Por un lado, saber cómo tramar una memoria crítica; ?una memoria que sea capaz de oponerse al desgaste, a la borradura del recuerdo que sumerge el pasado en la indiferencia o bien que neutraliza sus conflictos de voces tras el formalismo (y formulismo) político de una cita meramente institucional? (2002: 188). Y, por otro, saber cómo hacer una crítica de la memoria que, ?vigilante, sospeche de la abusiva comercialización del drama a cargo de relatos sensacionalistas o, simplemente, negligentes? (2002:188). Lo que Régine Robin (2012) referencia como la ?memoria saturada?. A estos problemas (negacionismo, banalización, espectacularización y saturación) podríamos sumar un tercer desafío, de qué manera hacer memoria crítica y una crítica de la memoria en contextos de guerra.