PERSONAL DE APOYO
ALVAREZ Stella Maris
libros
Título:
BONAPARTE EL AMO DE LOS DINOSAURIOS
Autor/es:
SEBASTIÁN APESTEGUÍA; STELLA MARIS ALVAREZ; ADRIÁN GIACCHINO
Editorial:
Fundación de Historia Natural Félix de Azara - Vázquez Mazzini
Referencias:
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2022 p. 320
ISSN:
978-987-3781-93-3
Resumen:
De un científico fallecido todo se reduce, en general, a un listado de “papers” que, en su mayoría, no serán leídos sino por especialistas, una historia contada para científicos y científicas, una historia de números, de tantos becarios, tantas publicaciones, tantos años, que permitirá evaluar su obra científica. Pero, además, detrás de esa obra, hubo una persona que existió, que respiró y se esforzó, que buscó, que tenía días buenos y malos, que se equivocó unas veces y acertó otras tantas, y dejó logros tangibles. Un admirador de las arquitecturas antiguas de Europa que visitaba museos e iglesias, que amaba escuchar a Atahualpa Yupanqui. Una persona que, aunque muy dura con sus discípulos y colaboradores, también estaba presente en sus vidas de modo indeleble, asistiendo a sus casamientos y cumpleaños de 15. Un hombre que se alimentaba de su pasión, que se encendía en ella y la seguía en cada momento de su vida, que aconsejaba y criticaba, que hacía caso omiso a sus padecimientos o el dolor para lograr sus objetivos. Principalmente autodidacta y de esforzados orígenes, dedicó su vida entera al estudio de los vertebrados fósiles, en especial reptiles y mamíferos del Mesozoico Sudamericano. Fue llamado el “Amo del Mesozoico” y es la persona con mayor número de especies de dinosaurios nombrados a nivel mundial. Con un entusiasmo sin fin y una personalidad complicada, Bonaparte abrió las puertas de la mayor parte de los yacimientos mesozoicos de la Argentina y muchos de Brasil y Perú. También dejó discípulos desparramados por todas las latitudes. Pero ¿cómo surgió este titán de la ciencia? ¿De dónde salió? ¿Quiénes eran sus padres? ¿Cómo llegó a ser quién fue?. Quienes decidimos llevar adelante esta obra lo conocimos bien. Fuimos sus discípulos, sus admiradores y también sus críticos, en vida y ahora, y por eso nos permitimos este homenaje bastante completo, distinto, a más de dos años de su deceso. Sin que su dura historia justifique toda la complejidad de su carácter, quisiéramos mostrar el amplio abanico de una persona nada común, pero una persona al fin.