La voz del cordero: los riesgos políticos del recurso a la conmiseración judicial en Ar. *V.* 548-573

BUIS, EMILIANO JERÓNIMO

Morón

Jornada; VIII Jornadas sobre el Mundo Clásico *Mito y Política en el Mundo Antiguo*; 2016

Facultad de Filosofía, Ciencias de la Educacióny Humanidades, Universidad de Morón

La búsqueda de compasión (*éleos*, definido por Aristóteles en Retórica II.8.2-5) es un lugar común en la oratoria forense ática y aparece como un recurso para obtener el favor del jurado (Lisias 20.34, Demóstenes, 18.19-22) o como la denuncia anticipada de una estrategia que el adversario pretende emplear con ese mismo fin (Demóstenes, 21.99 y 21.186). El llanto en que suele consistir dicha actitud, a menudo acompañado de la presencia de la familia en el tribunal, ha sido sin embargo rechazado a menudo por su carácter inapropiado y poco cívico.El hecho de que, en los testimonios conservados, se perciban fórmulas reiteradas para presentar esta apelación *ad misericordiam* ha llevado a la crítica a suponer que se trataba de un ritualismo mecánico (una suerte de cliché) más determinado por componentes cognitivo-racionales que por elementos emotivos. No obstante, la impronta afectiva no puede ser dejada de lado cuando se examina la acción y sus implicancias políticas. Desde una perspectiva de análisis que procura examinar la contraposición de *páthe* democráticos colectivos, por un lado, y sentimientos individuales, por el otro, nos interesa aquí focalizar la atención en un pasaje aristofánico de Avispas ?único en su tipo? en el que se da cuenta de la opinión de un juez ante los litigantes que le suplican (vv. 548-558; 568-573). A partir de dichos versos se intentará mostrar que, al reproducir el vocabulario propio de la súplica (cf. Iseo, 2.44.1-6), el pedido de *éleos* en la comedia puede teñirse de un trasfondo religioso capaz de emplazar subjetivamente al jurado en un rol de dioses o reyes, quebrando de este modo las bases igualitarias de la ciudadanía. En segundo lugar, al colocar a quien se deja llevar por ese discurso en una vulnerabilidad frente al resto, parece estar siempre latente el riesgo de una excesiva emotividad, casi femenina (Platón, *Apología*, 34d-35b; cf. Lisias 7.41; Esquines 2.179), que complota también con el equilibrio auto-contenido de los varones *polîtai*.