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En la obra Dêmoi (probablemente del 412 a.C.), el comediógrafo Éupolis parece haber centrado su atención en el retorno de cuatro líderes (Solón, Arístides, Miltíades y Pericles) desde el mundo de los muertos hacia Atenas, con el fin de rescatar a la comunidad cívica e introducir una serie de cambios en el orden jurídico vigente. Los casi cincuenta fragmentos conservados, incluyendo el extenso fr. 99 K.-A., presentan una sólida crítica contra los manejos institucionales de la pólis: es factible entonces asumir que la resurrección de los viejos políticos podría haber funcionado como un verdadero catalizador cómico de nuevos cambios en el ámbito público. Si bien, por el carácter fragmentario de los testimonios, no es clara la naturaleza de esos desplazamientos regulatorios propuestos en la comedia, la insistencia de los textos conservados en la noción de justicia resulta un aspecto llamativo. En ese sentido, y tomando en cuenta la centralidad léxica en los versos de alusiones al concepto de lo justo (frente a lo que es injusto), la intención del presente trabajo es recuperar allí la referencia a una serie de emociones ligadas al ámbito público y al ejercicio de la ciudadanía. A mi juicio, mediante la presencia de un léxico afectivo Éupolis deja entrever que, para ser eficaz, una renovación jurídica de las normas en vigor debe estar acompañada de la reinstalación de una normatividad emocional, capaz de impulsar los valores perdidos necesarios para el buen funcionamiento social. A la luz de todo ello, en esta comunicación se plantea que, en la comedia eupolidea, el viaje físico que se produce en el drama, desde el Hades hacia el Ática, se ve complementado por otro desplazamiento igualmente importante, de índole moral, en el que se trata de reinstalar nuevos guiones afectivos que devienen fundamentales en el contexto de una comunidad democrática en crisis.

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