INVESTIGADORES
GAMBERALE Romina
capítulos de libros
Título:
Reconocimiento antigénico por linfocitos B y T. BCR y TCR.
Autor/es:
GAMBERALE ROMINA
Libro:
Introducción a la Inmunología humana.
Editorial:
Panamericana
Referencias:
Año: 2011; p. 199 - 218
Resumen:
La estrategia utilizada por la inmunidad adaptativa para
reconocer a los microorganismos involucra una inmensa variedad de linfocitos B
y T, cada uno de los cuales obtiene durante su desarrollo un receptor
particular para el antígeno. Vale la pena destacar que la generación de dichos
receptores es previa al encuentro con el antígeno. El receptor antigénico de
los linfocitos B se denomina BCR y está constituido por una inmunoglobulina de
superficie (responsable del reconocimiento del antígeno) y por las cadenas Iga-Igb (involucradas en la transducción de la señal).
El receptor de las células T responsable del reconocimiento
antigénico se denomina TCR y está constituido por dos cadenas las cuales se
encuentran asociadas a la molécula CD3, responsable de la transducción de la
señal al interior de la célula. Mientras que los linfocitos B son capaces de
reconocer al antígeno en forma nativa, las células T sólo reconocen péptidos
derivados del antígeno presentados en la superficie de otras células junto a
las moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad.
Una vez que los linfocitos reconocen al antígeno, aquellos
que logren activarse, proliferarán para luego diferenciarse a células
efectoras. Tal es la diversidad de receptores antigénicos que presentan los
linfocitos que cada individuo es capaz de montar una respuesta inmune
adaptativa contra la amplísima variedad de patógenos con los que puede
encontrarse durante su vida. Esta diversidad se obtiene partiendo de un
conjunto limitado de genes, los cuales se recombinan de una forma particular en
cada linfocito mediante un complejo proceso que se
encuentra regulado estrictamente por diversos mecanismos. El proceso de
generación de los receptores antigénicos nos asegura la gran diversidad
necesaria para estar protegidos contra la amplísima variedad de microorganismos
existentes, sin embargo esto acarrea conjuntamente la aparición de rearreglos
capaces de reconocer moléculas propias. Es por ello que, como veremos en el
Capítulo 7 y 13 existen numerosos mecanismos de control para evaluar la
especificidad de los receptores antigénicos generados, a fin de evitar la
aparición de fenómenos autoinmunes.