INVESTIGADORES
SILBA Malvina Leonor
congresos y reuniones científicas
Título:
Mujeres y música de masas: discusiones en torno al placer, la denuncia y lo políticamente correcto. La cumbia villera y Arjona en el centro del debate
Autor/es:
MALVINA SILBA; CAROLINA SPATARO
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; II Jornadas Nacionales y I Congreso Internacional sobre Estudios de Género y Estudios Visuales; 2016
Institución organizadora:
Grupo de Estudios sobre Familia, Género y Subjetividades y el Grupo de Historia y Memoria, (FHum-UNMdP); Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (UNMdP) y el Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género (FFyL-UBA)
Resumen:
?Pamela tiene un problema/ no la puede dejar de chupar/con todas las ganas la agarra y le da/ Ay, Pamela, te vas a enfermar/ Sos una viciosa te vas a empachar/ Pamela tiene un problema/ si se la saco se pone a llorar/ me pide con ganas ¡ponemela ya!? (Silba y Spataro, 2008) dice una canción de Los Pibes Chorros,1 banda emblemática de cumbia villera que por el año 2001 comenzaba un circuito de difusión masiva en la Argentina. Estimuladas por esa y otras líricas, en un artículo escrito en 2006 (y publicado en 2008) nos preguntábamos por el modo en el que se representaba a las mujeres en las letras de cumbia villera y afirmábamos, sin titubear, que la cumbia villera construía una imagen de mujer objeto para ser consumida por varones heterosexuales, que ellas eran denigradas y tratadas como chicas ?fáciles?. A Pamela ?le gustaba?, pero eso nos pasaba inadvertido. Sin embargo, comenzábamos a observar que en el baile estas mismas jóvenes podían encontrar un espacio de goce a través de la celebración festiva del cuerpo y la sensualidad.En ese momento entendíamos que ciertos contenidos de los productos musicales eran ofensivos para las mujeres y, en la misma línea, afirmábamos que en un contexto sociocultural que las denigra y las relega a mero objeto, ellas daban una respuesta a través de la práctica del baile para subvertir ese sentido naturalizado, reclamando de múltiples maneras un lugar de mayor autonomía (Silba y Spataro 2008). ¿Qué ideas se desprenden de ese modo de interpretar las industrias culturales en general y la música en particular? Por un lado, que estas canciones representaban cabalmente el sexismo de las industrias culturales y que habría versiones más adecuadas de las mismas para los fines de la autonomía de las mujeres (por ejemplo, música que encarnara, a diferentes escalas, la denuncia de la violencia de género) y, que, por el otro, los únicos sentidos de los usos sociales de la música serían la reproducción acrítica o la denuncia consciente