La obsesión del archivo

AGÜERO, ANA CLARISA

Se acabó el papel. Aportes para la preservación y la conservación preventiva del patrimonio cultural en papel

Centro Regional de Preservación y conservación del patrimonio sobre papel

Lugar: Córdoba; Año: 2010; p. 15 - 21

[Se trata de una versión revisada de mi exposición en las Jornadas anuales del Centro de Patrimonio en Papel del año 2008, integrada luego a un libro del centro. El archivo se repite porque ésta es la única versión que conservo] 1. Quisiera comenzar por disociar algo que en estas jornadas ha sido unido, y no sin alguna razón: historia y memoria. La necesidad de distinguirlas proviene del hecho de que, si ambas instituyen representaciones del pasado, cada una procede de manera muy específica respecto de aquél y establece, en consecuencia, una peculiar relación con sus huellas. Así, si la memoria, y hablo ante todo del tipo de memoria colectiva que aquí se invoca, es posible por el engarce entre generaciones que transmiten, siempre selectivamente, un determinado legado, lo que definiría la tarea histórica es, ante todo, la pretensión de producir un saber controlado sobre el pasado en su conjunto. No estoy sugiriendo que la historia quede así exenta de arbitrariedad, sino que aspira a eludirla merced a su trato con el archivo y a la puesta en práctica de una serie de operaciones cognitivas (lo que Roger Chartier denomina su ?doble dependencia?, que la separa también de la escritura de ficción). Joseph Yerushalmi, a quien debemos la señalada distinción entre historia y memoria, ha resaltado no sólo la imposibilidad de su fusión sino el papel reservado a la historia como guardiana de la memoria; es decir, como reparadora de las exclusiones que ésta, por definición, opera. Dado que tanto una como otra son necesarias a los grupos sociales, subrayo su diferencia con un propósito analítico antes que valorativo; dicho esto, avanzaré ahora sobre ciertos aspectos del vínculo entre historia y patrimonio en papel, que es de lo que más cabalmente puedo hablar.